28 de Enero de 1977 – Fallece BENITO QUINQUELA MARTÍN uno de los pintores más populares de nuestro país cuya obra retrata la vida portuaria del barrio de La Boca.

Nacido el Buenos Aires el 1 de Marzo de 1890, Quinquela Martín es considerado el pintor de puertos y es uno de los pintores más populares del país.​

Sus pinturas portuarias muestran la actividad, vigor y rudeza de la vida diaria en la portuaria La Boca. Le tocó trabajar de niño cargando bolsas de carbón y dichas experiencias influenciaron la visión artística de sus obras.

Exhibió sus obras en varias exposiciones realizadas en el país y en el extranjero, logró vender varias de sus creaciones y otras tantas las donó. Con el beneficio económico obtenido por estas ventas realizó varias obras solidarias en su barrio, entre ellas una escuela-museo conocida como Escuela Pedro de Mendoza.

No tuvo una educación formal en artes sino que fue autodidacta, lo que en varias ocasiones lo llevó a sufrir menosprecios de la élite artística y la crítica, hacia su trabajo y sus obras.

Usó como principal instrumento de trabajo la espátula en lugar del tradicional pincel.

La fecha exacta de nacimiento no ha sido determinada con certeza ya que fue abandonado el 20 de marzo de 1890 en el orfanato LaCasa de los Expósitos, con una nota que decía «Este niño ha sido bautizado con el nombre de Benito Juan Martín». Por su forma física, se dedujo que habría nacido 20 días antes, por lo que se fijó el 1° de marzo como su cumpleaños.1​ Hay otras versiones que afirman que esta nota nunca existió y que fueron las autoridades del orfanato quienes tomaron cartas en el asunto.

Lo que si es cierto es que la madre biológica nunca se presentó para reclamarlo, dejó en el bebé como recuerdo un pañuelo cortado en diagonal, adornado con una flor bordada. Podría haberse quedado con la otra mitad para intentar encontrarlo en alguna oportunidad, cosa que nunca sucedió y nunca se encontró la otra mitad.

La originalidad de la técnica de Quinquela sobresale sobre el resto de los pintores de su época, con una pintura rápida que exigía agilidad, fuerza y virilidad en cada trazo. A golpe de espátula demoraba poco en crear un cuadro pero muchas horas en idearlo.

Partía de un sólido conocimiento de su medio, de su atmósfera y de la dinámica del paisaje que iba a ilustrar. Con carbonilla hacía un bosquejo que después rellenaba con la espátula. Esta herramienta fue la exclusiva a partir de 1918, antes utilizaba también el pincel. Quinquela empastó su obra aún en los casos que usó pincel, como si lo persiguiera la necesidad de terminar cada una de sus piezas en el menor tiempo posible.

El martes 28 de enero de 1977 falleció en la habitación 107 del Instituto del Diagnóstico a causa de una complicación cardíaca. Sus restos fueron velados en su casa y estudio de toda la vida y lo enterraron en un ataúd fabricado por él años antes porque decía «que quien vivió rodeado de color no puede ser enterrado en una caja lisa». Sobre la madera que conformaba el ataúd estaba pintado una escena del puerto de La Boca.