Húngaro de nacimiento, y luego emigrado a la Argentina, este periodista e inventor creó el bolígrafo cansado de mancharse con tinta su camisa. A pesar de la venta de la patente no alcanzó la fortuna.
Ladislao José Biró, nacido en Budapest, Hungría, el 29 de septiembre de 1899, dejó una huella imborrable en la historia de la humanidad con la creación de un invento que, aunque en su momento fue subestimado, hoy es indispensable: la birome o bolígrafo.
Pocos saben lo que un exiliado húngaro llamado László József Bíró, conocido en Argentina, su país de acogida, como Ladislao José Biro (1899-1985), ha aportado al mundo moderno. Todos los días y en todos los lugares, uno de sus inventos es utilizado por millones de personas: el bolígrafo.
Este periodista, pintor y por sobre todo inventor, cambió para siempre la forma en que escribimos, simplificando un proceso que había estado dominado por plumas y tinteros.
En 1943, Biró y su hermano fundaron la empresa «Biró Pens of Argentina», donde comenzaron la producción masiva del bolígrafo.
Su ingenio lo llevó a patentar uno de los dispositivos más usados del mundo, pero su historia, tanto personal como financiera, tuvo giros que merecen ser contados.
El 29 de septiembre, es considerado, en la Argentina, como el «día del Inventor» en reconocimiento alo natalicio de Biró.