La única oferta presentada para la puesta en valor de la estructura del Saint Christopher fue considerada inadmisible. El Ministerio de Obras Públicas deberá definir ahora si llama a una nueva licitación o contrata la obra de manera directa.
Por presentar deficiencias insalvables, la Comisión de análisis declaró inadmisible la oferta presentada por la empresa Proios en el marco de la licitación pública que tenía por finalidad contratar los trabajos de refuerzo de la estructura interna, reparación de la cubierta y el casco interno, trabajos de pintura e instalación de luminarias para la puesta en valor de la estructura del barco Saint Christopher, y que tenían asignado un presupuesto oficial de 43,2 millones de pesos.
Tal se desprende de la Resolución 373/22 del Ministerio de Obras Públicas, dictada el pasado jueves 26, el viernes 13 de mayo se realizó la apertura de sobres de la única oferta presentada, la que no cumplió con los requisitos documentales exigidos para ser admitida, por lo que, y tal lo determina la normativa vigente, sin abrir la propuesta económica de declaró fracasado el proceso licitatorio.
En el considerando de la referida Resolución se indica que “cuando una licitación haya fracasado y se recurriera luego a la licitación privada o de forma directa, la contratación debe realizarse sobre la base de los mismos pliegos de condiciones de aquella licitación fracasada”, pero que “asimismo podrá recurrirse a realizar una nueva licitación pública en caso de optarse por razones de oportunidad, mérito o conveniencia variar el pliego de bases y condiciones”, y que “por todo lo expuesto corresponde efectuar una convocatoria a contratación directa con el mismo pliego de bases y condiciones de presente llamado a licitación”. Pero, en el artículo 3 de la parte resolutiva la Ministra de Obras y Servicios Públicos, Gabriela Castillo, declara que “se debe realizar una nueva convocatoria a contratación directa con el mismo pliego de bases y condiciones, o la realización de una nueva licitación pública en el caso de optarse por la utilización de otro pliego de bases y condiciones”.
Más allá de la forma de contratación que se decida implementar, es evidente que resulta imperioso retomar los trabajos de restauración que se habían iniciados en agosto de 2019 con la construcción de un pedraplén de protección y acceso a la embarcación, que demandó una inversión de más de 7 millones de pesos, para evitar la potencial pérdida definitiva del barco que hace más de 60 años se encuentra varado en la costa de Ushuaia y que se convirtió en uno de los íconos turísticos de la capital fueguina.
Historia del Saint Christopher
El Saint Christopher es un barco encallado hace 65 años en la bahía de Ushuaia. Además de convertirse en un atractivo turístico, este museo naval fue protagonista de numerosos hitos históricos.
Participó de un hecho que fue bisagra para toda la humanidad: el desembarco en Normandía de la Segunda Guerra Mundial. Dueño de una atrapante historia, este barco que recorrió el mundo y terminó sus días en las frías costas de Tierra del Fuego.
Montado en Estados Unidos, durante la II Guerra Mundial, el Saint Christopher fue construido para realizar salvatajes y remolcar las naves que caían en batalla. Aunque también contaba con artillería pesada para defenderse. Luego de la Guerra, el barco se vendió y allí comenzó un largo derrotero que lo llevaría desde traficar en el Mediterráneo, hasta realizar salvatajes en Ushuaia.
En 1954 el Saint Christopher, retomando sus orígenes, participó, junto con otras embarcaciones, de un salvataje que sería el último. Según se sabe “el crucero Monte Cervantes naufragó, con más de 1.500 personas, en cercanías de Ushuaia. El Capitán Kurt Lerch, el único que perdió la vida durante la misión, fue el responsable de traerlo hasta estos lejanos mares australes, donde hoy en día descansa en el fondo”.
Fuente: Diario del Fin del Mundo y patagoniaandina.com