En un corto plazo, le permitirá al consumidor saber de dónde proviene la pesca que adquiere en el supermercado, quién la realizó y en qué establecimiento se efectuó el procesamiento.
El Gobierno está ultimando la puesta en marcha del sistema de trazabilidad de la industria pesquera. Se trata de un esquema de permitirá transparentar la información acerca de la captura, la transformación y la comercialización de la producción pesquera. La entrada en vigencia está prevista para el próximo 25 de diciembre. La trazabilidad permitirá, en la visión oficial, combatir el empleo no registrado en la industria transformadora, reducir la evasión fiscal, mejorar estándares ambientales y otorgar herramientas al consumidor para que conozca el producto que adquiere.
Una vez que la trazabilidad esté en pleno funcionamiento, uno de los objetivos a corto plazo que se propuso la Subsecretaría de Pesca es que los productos que se comercializan en los supermercados tengan en su etiqueta un código QR que permita acceder a información relativa al nombre y matrícula del buque que realizó la captura, el permiso de la embarcación, los actores participantes del proceso productivo y la habilitación del establecimiento transformador, entre otros datos.
“Poner en vigencia la trazabilidad representa un gran aporte para el objetivo de sostenibilidad de los recursos pesqueros argentinos y la lucha contra la pesca Ilegal, no declarada y no reglamentada. Además, los consumidores y clientes en los principales mercados internacionales demandan coherencia de la información en la cadena de suministro. Con esta medida se logra fortalecer nuestras herramientas para defender el valor de las exportaciones y el cuidado de los trabajadores que integran el sector pesquero”, indicó a Página/12 el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Carlos Liberman.
Según datos oficiales, el sector pesquero emplea en forma directa a 30 mil personas, número que asciende a las 100 mil personas si se tiene en cuenta el empleo indirecto. El sector es fuertemente exportador, ya que alrededor del 95 por ciento de las capturas tienen como destino el mercado externo. Los principales productos que se exportan son merluza, langostino y calamar.
El gobierno estima que este año cerrará con exportaciones del orden de los 1800 millones de dólares, un número similar al de 2020 y 2019 y algo por debajo de los 2 mil millones de dólares de 2021, que marcó el segundo mejor registro histórico.
Controles
El nuevo esquema de información sobre la actividad pesquera tiene a los dos eslabones de los extremos de la cadena de producción como los grandes puntos de control. Por un lado, la producción primaria enfrenta, por las características de la actividad, un fuerte sistema de control estatal, basado en las normas de acceso portuario, seguros y protocolos de funcionamiento.
En el otro extremo, los establecimientos que exportan también tienen estrictas obligaciones de declaración de lo vendido, por controles internos pero también a raíz de las cada vez más altas exigencias de los mercados de destino, especialmente la Unión Europea.
Hasta 2020 convivía un sistema de registro de la pesca provincial, que se produce dentro de las primeras doce millas náuticas, junto a otro de jurisdicción nacional, que se entre la milla 12 y la 200. La integración de la información de ambos sistemas, junto a las puntas productivas de estricto control (la captura y la exportación) permitieron al Estado poner en práctica la trazabilidad para conocer a fondo el movimiento sectorial.
“Esto es bien visto por los sindicatos de trabajadores pesqueros de la zona de Mar del Plata y de la Patagonia, los dos grandes centros productivos del país, y también por parte de las cámaras empresarias, que buscan reducir la competencia desleal que se produce cuando hay no registro de trabajadores y evasión fiscal”, explica Liberman.
“Hasta acá, contábamos con información insuficiente y muchas veces no estaba conectada entre sí. Ahora el sistema contendrá información acerca de quién pescó, cómo y dónde descargó y a quién le vendió la carga. Si se exportó o sí le vendió a un tercero para que éste exporte. El consumidor podrá observar todo el ciclo de producción”, agrega director Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, Julián Suárez.
La pesca ilegal
En relación a las imágenes y videos de una infinidad de lucecitas en la noche del océano que suelen circular por las redes sociales y que se asocian directamente a la pesca ilegal, Liberman explica que la ilegalidad se produce cuando esos barcos ingresan al territorio en donde la Argentina es soberana, conocido como la Zona Económica Exclusiva (ZEE), que abarca hasta la milla 200.
«La milla 201 es considerada aguas internacionales y no corresponde a la Argentina realizar una operación de forma unilateral, sino que debe ser convenida por el resto de los países. En cambio, hacia adentro de la ZEE hay una política de muy estricto patrullaje y se han incrementado las multas previstas«, señala Liberman. Detalla que en 2020 se capturaron buques que estaban pescando sin permiso en la milla 199,5 y en la 199,7.
Fuente: Página 12