Por Alejandra Portatadino – El artículo se publicó en Tiempo Fueguino / Agencia Paco Urondo – Para que un país pueda ser sostenible, independiente y soberano debe reunir cuatro condiciones: conocimientos, recursos, industrias y decisiones políticas. Así lo entienden muchas potencias y países que han cambiado su matriz productiva del conocimiento con los llamados “milagros económicos” del siglo XX, Alemania, Japón, Vietnam, Taiwán, Corea y más recientemente China.
En las universidades el conocimiento crece exponencialmente, mientras más universidades se acerquen a diferentes localidades mayor accesibilidad al conocimiento tendremos. En Argentina ese punto fue entendido por Juan D. Perón con la universalidad al acceso al estudio superior, la Universidad Obrera, y la carrera de Ingeniería Naval. Néstor Kirchner y Cristina Fernández, mantuvieron la misma línea abriendo nuevas universidades. Mientras desde el espacio político del PRO y Cambiemos se preguntaban ¿para qué tantas universidades?, y desde el movimiento libertario sostienen que la educación no es un derecho. Estos partidos promueven políticas que en nombre de la libertad de mercado nos conducen a un subdesarrollo que inexorablemente llevaran a este país al fracaso absoluto. La entrega de nuestras vías de navegación de nuestros ríos, lagos, mares y de nuestros recursos minerales y naturales no es casualidad en causalidad.
Tenemos un claro ejemplo con el FMI endeudando a los países mediante gobiernos títeres, (nos ha sucedido en Argentina) para luego exigir tener injerencias en las políticas monetarias y económicas para el pago de sus deudas e intereses y así condicionar el manejo de los recursos minerales y naturales. Otras exigencias son la liberación de la logística y control de los accesos al exterior, vías marítimas, fluviales etc. Es necesario comprender que los que controlen la producción y logística de un país impondrán los precios de bienes de consumo y condicionarán la política.
Veamos los recursos naturales logísticos fluviales, como lo son las cuencas de los Ríos Paraná, del Plata y Uruguay con los puertos y las vías navegables que constantemente se intenta llevarlos a un inexistente Control Estatal bajo la mal llamada hidrovía (termino que han logrado imponer y sin embargo es el nombre de una empresa (Hidrovía S.A.), eliminado así la identidad de nuestras cuencas.
Observamos transitando nuestros ríos y mares llevando nuestras producciones a buques con banderas de conveniencia como Monrovia, Panamá, Liberia, Majuro, Singapur y tripulaciones extrajeras mientras nuestra celeste y blanca brilla por su ausencia.
Pero veamos qué políticas soberanas aplican los Estados Unidos de América que podríamos imitar. Comencemos a conocer la ley Jones de la marina mercante de Estados Unidos promulgada el 5 de junio de 1920 (vigente actualmente), que impide a los buques de pabellón extranjero transportar mercancías de cabotaje entre Puertos tanto marítimos como fluviales de su territorio, incluyendo las zonas no contiguas, como Puerto Rico, Hawai, Alaska y Guam.
A su vez la navegación debe ser realizada por buques de construcción, propiedad (capitales y accionistas estadounidenses), con pabellón y tripulación estadounidense. Los Buques tienen que ser construidos en Astilleros Estadounidenses cuyos propietarios y accionistas también deben ser ciudadanos de ese país. Las obras civiles de dragado, balizamiento y mantenimiento de las vías fluviales se encarga el cuerpo de ingenieros del ejército de Estados Unidos que depende de un comandante general que está dirigido y supervisado por el Subsecretario de Defensa cuyo Secretario responde al Senado. Las obras civiles del Ejército consisten en tres ramas autorizadas por el Congreso: navegación, protección contra daños por inundaciones y tormentas, y restauración de ecosistemas acuáticos. Las obras civiles también tienen el objetivo de administrar el programa de la Sección 404 de la Ley de Aguas Limpias, la recreación, la energía hidroeléctrica y el suministro de agua en los embalses de control de inundaciones de la USACE y la infraestructura ambiental.
El Cuerpo de Ingenieros maneja la cuenca de los Grandes Lagos y el Río Ohio (Great Lakes and Ohio River Division (LRD), ubicada en Cincinnati. Se extiende desde la vía marítima de San Lorenzo, cruzando los Grandes Lagos, bajando por el valle del río Ohio hasta los ríos Tennessee y Cumberland. Cubre 920.000 km², partes de 17 estados. Presta sus servicios a 56 millones de personas. Sus siete distritos están ubicados en Buffalo, Chicago, Detroit, Louisville, Nashville, Pittsburgh y Huntington (Virginia Occidental). El comandante de división sirve en dos cuerpos de toma de decisiones nacionales e internacionales: copresidente de las juntas de control de Lake Superior, Niagara y Ontario/St Lawrence Seaway; y la Comisión del Río Misisipi.
La División del Valle de Misisipi (Mississippi Valley Division (MVD), ubicada en Vicksburg (Misisipi). Abarca desde Canadá hasta el Golfo de México. Cubre 960.000 km² y partes de 12 estados que bordean el río Misisipi. Presta sus servicios a 28 millones de personas. Sus seis distritos están ubicados en Saint Paul (Minesota), Rock Island (Illinois), San Luis (Misuri), Memphis, Vicksburg y Nueva Orleans. La División del Valle de Misisipi opera como sede central de la Comisión del Río Misisipi.
A su vez la División Noroeste del Cuerpo de Ingenieros controla el 35% de la capacidad total de almacenamiento de agua de y el 75% de la capacidad hidroeléctrica total.
Sin embargo, tenemos Gobiernos argentinos que influenciados con una falsa visión de libre mercado impuesta por intereses extranjeros, permiten y promueven la privatización de nuestras vías estratégica navegables fluviales, intentan destruir la industria naval, mientras ya han destruido la flota mercante marítima y fluvial de bandera Argentina.
Recordemos el paso de Oscar Aguad como Ministro que al asumir nombró a su yerno al frente de la empresa satelital ARSAT descontinuando la fabricación de satélites, (habiendo sido nuestro país exportador de satélites), también se dieron de baja los convenios con el INVAP para la fabricación de Radares.
En cuanto a la Industria Naval en el año 2017 en Astilleros TANDANOR sólo se repararon 10 buques en un año, (cuando hoy ya se reparan 10 buques por mes), en la actualidad TANDANOR recibe 120 buques por año.
Con respecto a las construcciones CINAR (Complejo Industrial Naval Argentino) sufrió el cierre del Astillero Alte. Storni, donde hoy se fabrican remolcadores marinos para la armada y el proyecto de fabricar un nuevo Buque Polar. Estas medidas de cierre de nuestras industrias hacen que aparezcan los agoreros del comprar afuera muy propensos a engrosar sus bolsillitos, adquiriendo material usado o de segunda en el exterior a precios carísimos. Claro ejemplo son las 4 OPV francesas que compró el Gobierno de Mauricio Macri, teniendo Rio Santiago un proyecto de Ingeniería Nacional llamado BOM 85 de embarcaciones más baratas de construir, más veloces, con mayor capacidad defensiva y con mejores condiciones marineras de navegación, Es necesario ver que hay partidos políticos cuya visión es la de convertir a nuestras fuerzas armadas en solamente de control interno y no para la Defensa Nacional del Territorio Argentino. Por lo expuesto tenemos que festejar la creación de dos brillantes herramientas para el desarrollo tecnológico para la Defensa que fueran impulsadas por el Ing. Agustín Rossi como lo fueron en el 2014 la UNDEF (Universidad Nacional para la Defensa, y en el 2020 el FONDEF (Fondo Nacional para la Defensa), hoy mantenidos en vigencia por el Lic. Jorge Taiana. El FONDEF está permitiendo a nuestra provincia contar con la base Logística Antártica Integrada para las tres fuerzas armadas y las reformas en la base Petrel, más los radares en Rio Grande.