La prohibición impuesta por China a las importaciones de productos pesqueros japoneses está teniendo un gran impacto en la industria pesquera de Japón, que se enfrenta a una sobreoferta y una disminución del valor. Esta prohibición, vigente desde hace casi dos meses, ha generado una gran tensión financiera en el sector de las vieiras, ya que dependen en gran medida del mercado chino.
Desde la implementación del veto, el precio de las vieiras ha caído entre un 11 y un 27 por ciento en tres prefecturas. El gobernador de Hokkaido, Suzuki Naomichi, ha criticado la respuesta de China como injusta y sin base científica.
El veto también ha afectado los precios de otros productos pesqueros. El precio del pescado rojo, considerado auspicioso en China, ha disminuido drásticamente en Fukuoka y Nagasaki.
El primer ministro Kishida Fumio se ha comprometido a proteger la industria pesquera y el gobierno japonés ha anunciado medidas de rescate de emergencia por valor de 140 millones de dólares. Estas medidas tienen como objetivo comprar y almacenar temporalmente vieiras y otros productos pesqueros, además de desarrollar nuevas rutas de venta en Europa como alternativa a la exportación a China.
Japón está presionando a China para que levante el veto a través de canales diplomáticos y está considerando presentar una queja ante la Organización Mundial del Comercio. El gobierno también está preocupado por el daño a la reputación de la industria pesquera causado por la continua liberación de agua tratada de la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi. TEPCO, el operador de la planta, asegura que el plan de liberación de agua tratada es científicamente seguro y que los niveles diarios de tritio en el agua de mar han estado por debajo de los estándares de seguridad. Se están realizando pruebas regulares en el agua de mar y en los peces por parte de diversas agencias para garantizar la seguridad. También se llevará a cabo un seguimiento ambiental independiente por parte de expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica y otros países.
Se espera que la liberación de agua tratada de la planta de Fukushima continúe durante un período de 30 a 40 años, y se tiene previsto liberar el 2,3 por ciento del agua almacenada para fines del año fiscal 2023.
Fuentes: The Diplomat
Foto de Portada: Central nuclear Kukushima