19 de Septiembre de 1955 el Crucero «9 de Julio» bombarde los tanques de YPF frente a Mar del Plata

El lunes 19 de septiembre de 1955 fue, fue la jornada más traumática para los habitantes de esa ciudad bonaerense y quizás la menos contada de nuestra historia. Aquel día la Marina de Guerra bombardeó los tanques de combustible de YPF ubicados en el puerto de Mar del Plata y la Escuela de Artillería (actual AADA 601) que se mantenían leales al Presidente Perón.

Cerca las 6.40 de ese día, un avión naval inició las acciones, pero falló en su intento por destruir los tanques de combustible. El crucero 9 de Julio, al mando del Vicealmirante Raúl J. Francos (padre del actual Jefe de Gabinete Guillermo Francos) posicionado a 8.500 metros de la costa, concretó la misión. Nueve de los once tanques ardían después de diez minutos de cañoneo.

El ataque, que determinó el derrocamiento y el exilio del presidente Juan Domingo Perón, fue el corolario del movimiento que se había iniciado en Córdoba el 16 de septiembre. El general Eduardo Lonardi y el contralmirante Isaac Rojas, junto a un grupo de civiles, encabezaron la acción, denominada Revolución Libertadora.

Cerca del mediodía, los destructores San Juan, San Luis y Entre Ríos cañonearon durante doce minutos la “Escuela de Artillería Antiaérea” (hoy GADA 601), que había sido evacuada ante la inminencia del ataque, que destruyó la antena del radar y el tanque de agua.

Las únicas acciones preventivas tuvieron lugar en la mañana del 19 de septiembre, cuando la policía recorrió el sector costero y pidió “puerta por puerta” la evacuación de los hogares.

La crónica resaltó que el grueso de la población despertó sobresaltada por el ruido de las bombas, algunas de las cuales cayeron en viviendas y comercios del barrio Puerto. La crónica periodística del día siguiente dio cuenta de varias personas heridas, sin abundar en precisiones.

Con el correr de los años y con mayor información se determinó que el bombardeo sobre la costa marplatense, fue el primer paso de un plan que iba a continuar con idénticos ataques sobre las destilerías de La Plata y de Dock Sud.

La dimisión de Perón puso fin a las operaciones bélicas realizadas contra la población por parte de las fuerzas armadas, acompañados por civiles.