En una entrevista con Radio 3, Andrés Arbeletche, abordó las tensas negociaciones paritarias entre la Cámara de la Flota Amarilla (CAFAC) y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). «Hemos tenido no menos de 20 a 35 reuniones tratando de buscar un consenso», explicó Arbeletche.
El funcionario chubutense, subrayó que las discusiones están retrasando la planificación de la temporada de pesca de langostino, prevista para noviembre. Según el funcionario, la falta de acuerdo entre las partes podría resultar en la pérdida de meses de explotación pesquera.
El problema central radica en las diferencias salariales entre las propuestas del sector empresarial y las exigencias del sindicato. «El último ofrecimiento de CAFAC es de 1200 pesos por kilo de langostino, pero el SOMU está pidiendo 1500 pesos», detalló Arbeletche. Sin embargo, el secretario fue claro al señalar que «los números que presenta la actividad hacen difícil que las empresas puedan pagar esa cifra». Las intransigencias en las negociaciones han llevado a que las temporadas de pesca se acorten drásticamente, afectando tanto a empresarios como a los marineros.
Arbeletche también advirtió sobre las consecuencias económicas de estos conflictos recurrentes. «Estamos acostumbrados a temporadas de dos meses y medio cuando biológicamente podríamos tener una de cuatro meses», afirmó. «Por discutir un millón o dos millones más, se terminan perdiendo dos meses de temporada, lo que representa una pérdida mayor para todos», explicó, subrayando que este tipo de conflictos son habituales en la actividad pesquera.
Sobre el futuro de las negociaciones, el secretario indicó que la prospección de langostino debería comenzar el 20 de octubre, y la temporada el 1 o 2 de noviembre, siempre y cuando se logre un acuerdo. «Si no hay acuerdo, la prospección no se podrá realizar porque no hay barcos nominados», advirtió, agregando que cada día de retraso en la pesca implica pérdidas millonarias para el sector. En este contexto, Arbeletche insistió en la necesidad de que ambas partes sean más flexibles y busquen alternativas.
En cuanto a las perspectivas para la próxima temporada, Arbeletche se mostró optimista. «Tenemos presunciones de que va a ser una buena temporada», señaló. Según explicó, algunos barcos que han pasado por la zona de pesca con eco-sondas ya han detectado la presencia de langostinos, lo que permite prever un buen año para la actividad. Sin embargo, concluyó con una advertencia: «La falta de acuerdo perjudica a todos, y además damos una mala imagen comercial al exterior».