A 51 años de las Masacre de Trelew

El El 22 de agosto de 1972 se producía la denominada ´Masacre de Trelew´, el fusilamiento de 16 presos políticos que lograron escapar del penal de Rawson y refugiarse en el aeropuerto de esa ciudad, organismos de derechos humanos rememoraron este martes el aniversario y destacaron que el año pasado se dictó el histórico fallo en Estados Unidos que declaró responsable al ex-marino Roberto Bravo, mientras que la justicia argentina sigue solicitando su extradición.

Ese día, 19 presas y presos políticos, detenidos en la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew, fueron fusilados por los guardias, que simularon un intento de fuga. Pero 3 de los detenidos sobrevivieron y contaron lo sucedido.

En 2012, después de 40 años, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia condenó por crímenes de Lesa Humanidad a tres de los responsables de la Masacre: Luis Emilio Sosa, Emilio Del Real y Carlos Marandino, mientras que en julio de 2022, el ex marino Guillermo Bravo fue condenado en Estados Unidos -donde vive desde 1973- por los fusilamientos de Trelew.

«La Justicia argentina sigue solicitando a Estados Unidos la extradición de Bravo para juzgarlo en nuestro país»

Se conoce como la «Masacre de Trelew» al fusilamiento de Carlos Astudillo, Rubén Pedro Bonnet, Eduardo Capello, Mario Emilio Delfino, Alfredo Kohon, Susana Lesgart, José Ricardo Mena, Clarisa Lea Place, Miguel Ángel Polti, Mariano Pujadas, Carlos Alberto del Rey, María Angélica Sabelli, Humberto Suárez, Humberto Toschi, Alejandro Ulla y Ana María Villarreal de Santucho, quienes murieron al recibir descargas de ametralladoras y fusiles.

Algunos fueron «rematados» con disparos de armas de puño mientras se encontraban tendidos en los pequeños calabozos.

Los acribillados habían logrado fugarse una semana antes, el 15 de agosto de 1972, del penal de máxima seguridad de Rawson y recorrieron 21 kilómetros hasta llegar al viejo Aeropuerto de Trelew .

El objetivo final de la fuga era llegar a Chile, pero solo 6 lograron tomar el vuelo, en tanto el resto del grupo no llegó a abordar el avión y tras negociar, depusieron sus armas y fueron llevados a una base naval, bajo la condición de que los retornaran al penal y que se garantizara su seguridad.

Recién entrado el siglo XXI, los cuatro militares que los asesinaron recibieron su condena.

María Antonia Berger, Alberto Miguel Camps y Ricardo René Haidar lograron sobrevivir a la masacre y su testimonio sirvió para reconstruir lo ocurrido en los calabozos.

Los últimos mencionados, luego del golpe de Estado cívico militar de 1976, fueron secuestrados y aún continúan desaparecidos.