Un funcionario del Partido Comunista Chino persuadió al gobernador de esa provincia para que cambiara de postura ante las “inversiones” de Beijing. China quiere que el sur argentino sea su “puerta de entrada” a la Antártida.
El régimen de Xi Jinping continúa presionando para construir una base naval en Ushuaia, en la provincia de Tierra del Fuego, sin embargo, las constantes gestiones diplomáticas de Beijing estarían dando su resultado.
A fines de septiembre, el ministro de Economía, Sergio Massa, había descartado que el proyecto contemple un control por parte del régimen, subrayando que las inversiones contemplan la soberanía argentina.
No obstante, el portal Intelligence Online, medio basado en Francia y especializado en asuntos estratégicos y con información reservada, reportó este jueves que Beijing ha conseguido agilizar los planes para construir una base naval en dicha ciudad.
Según afirmó la revista, en base a sus fuentes, el avance fue logrado con la mediación de Shuiping Tu, un funcionario Chino afincado en Argentina y representante de la empresa estatal HydroChina Corp en toda Sudamérica.
Aunque sin especificar cómo, Intelligence Online agrega que Shuiping logró persuadir al gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, y a su entorno para que cambiaran su posición respecto a las inversiones chinas en la región, mostrándose más abierto al PCC y para que eluda las presiones provenientes de Washington que buscan cortar los avances del gigante asiático en la región.
China muestra desde hace años especial interés en la zona por su importancia estratégica, ya que puede convertirse en la puerta de entrada de China a la Antártida y al Atlántico Sur.
Intelligence Online reportó que el gobernador Melella y la firma HydroChina Corp se asociaron a inicios de octubre y sostiene que esos vínculos hacen que China sea el socio de referencia para un proyecto de infraestructuras, lo que incluye puertos.
Al respecto, en una reciente investigación de Infobae, se pudo determinar cómo China había hecho pie en Tierra del Fuego y cómo el gobernador Melella había abierto las puertas para que China construya en Río Grande un puerto que podría transformarse en una base militar naval con proyección a la Antártida, lo que representaría una injerencia a los intereses soberanos y estratégicos de la Argentina.
La relación de Melella con bancos y empresas de capitales asiáticos es pública: le ordenó al Fiscal de Estado que “suspenda los plazos procesales” de una causa judicial por el incumplimiento de una compañía con nexos con Beijing para la construcción de un polo petroquímico y un puerto que terminó en escándalo. La injerencia del poder político en ese expediente judicial -en el que están en juego más de USD 300 millones- fue a pedido del embajador Zou.
Fuente: Infobae