Desdémona, el buque que encalló en la Patagonia hace 39 años

Por Ignacio Riso – Para Mas Interesante – Una de las sorpresas más grandes que experimentan los turistas al recorrer el increíble cabo San Pablo de Tierra del Fuego, Argentina, es el enorme buque alemán conocido como Desdémona que permanece abandonado, desde hace 39 años, en una de sus playas. 

Este enorme barco se construyó en la ciudad de Hamburgo a mediados de 1952 y, una década más tarde, llegó a nuestro país para trasladar los productos de una compañía nacional. 

Sin embargo, su destino estaba marcado. Tras resistir un accidente en las costas de Buenos Aires, Desdémona quedó atrapado en la Patagonia. Actualmente, es un punto turístico. 

Tras abandonar Europa y llegar a Sudamérica, Desdémona entró en servicio rápidamente, ya que era un barco muy útil por su enorme capacidad de carga, su potencia y sus dimensiones. 

Es decir, era un navío de 77,10 metros de longitud y 12,50 metros de ancho, impulsado por un poderoso motor diésel Krupp con 8 cilindros, que desarrollaba 1470 caballos de fuerza y podía viajar a una velocidad máxima de 11 nudos (20 km/h, aproximadamente).

En aquel trayecto, protagonizado por enormes mareas y fuertes ráfagas de viento, Desdémona se desvío, ingresó al cabo San Pablo y chocó contra una desconocida restinga, que cortó la estructura del barco y realizó un agujero. 

Como era de esperar, las bodegas se inundaron a toda velocidad. Por lo tanto, el capitán realizó una última maniobra para evitar el hundimiento y encalló, intencionalmente, el barco en la playa, donde ha permanecido durante las últimas cuatro décadas.

tuvo un accidente en pleno mar argentino que obligó su traslado a un astillero para reparar todos los sectores dañados. 

Puntualmente, el buque chocó contra un banco de arena frente a las costas de Mar de Ajó, en Buenos Aires, durante la madrugada del 9 de julio de 1983. El capitán no pudo evitarlo, ya que su sistema de comunicación estaba roto y su visión era reducida, como consecuencia de la bruma. 

El Desdémona logró desplazarse hasta Mar del Plata, donde cientos de profesionales trabajaron en su reparación. 

A mediados de 1985, 20 tripulantes se adentraron en la misión de trasladarse, en este buque alemán, desde Comodoro Rivadavia, en Chubut, hasta Ushuaia, en Tierra del Fuego. 

El objetivo era entregar un cargamento, integrado por 20.000 bolsas de cemento. Pero, a mitad del viaje, el motor del navío presentó una falla (imposible de reparar en mar abierto) y, como consecuencia, Desdémona siguió a una velocidad de tan solo 5 nudos (9 km/h). 

Finalmente, el barco llegó a la ciudad fueguina y entregó la carga. Sin embargo, fue imposible arreglar el inconveniente mecánico. Es por eso que la tripulación decidió emprender una difícil travesía hasta Río Grande, para intentar encontrar una solución. 

En aquel trayecto, protagonizado por enormes mareas y fuertes ráfagas de viento, Desdémona se desvío, ingresó al cabo San Pablo y chocó contra una desconocida restinga, que cortó la estructura del barco y realizó un agujero. 

Como era de esperar, las bodegas se inundaron a toda velocidad. Por lo tanto, el capitán realizó una última maniobra para evitar el hundimiento y encalló, intencionalmente, el barco en la playa, donde ha permanecido durante las últimas cuatro décadas.

El buque llevaba el nombre Desdémona, un personaje de la tragedia de Otelo, escrita por William Shakespeare aproximadamente en 1603.