Distintos actores de la pesca valoraron la implementación de un dólar diferencial para economías regionales

La medida anunciada por el Ministro de Economía, Sergio Massa, en el día de ayer, comenzará a aplicarse desde el 8 de abril al 30 de agosto y abarcará a todas las especies pesqueras que se exporten.

Valoraron la implementación de un dólar diferencial que alcanza al sector pesquero

La Cámara de Armadores Pesqueros y Congeladores de Argentina (CAPECA) valoró los anuncios que realizó este miércoles el ministro, entre los que se destacan un tipo de cambio fijo de 300 pesos que mejora el precio para las economías regionales. 

Comenzará a regir desde el 8 de abril hasta del 30 de agosto y las empresas deberán cumplir determinados requisitos de abastecimiento de mercado interno, preservar empleos y liquidar divisas para acceder al beneficio.

Desde el sector pesquero celebraron “haber sido escuchados por el gabinete económico, incluyendo a la secretaria de Agricultura y Subsecretaria de Pesca, por haber entendido la necesidad de la industria frente al atraso cambiario y la baja de competitividad del sector”.

Desde la Cámara empresaria aseguraron que “las medidas llegan justo a tiempo, porque la pesca no soportaba más este atraso cambiario”.

Darío Socrate, titular de CAPA, expresó en su cuenta de Twitter el agradecimiento «a la gestión del Ministerio ya que permitirá sobrellevar una situación compleja ante cuestiones de mercado y el atraso cambiario«.

Socrate detallo que «tener un tipo de cambio competitivo, resulta trascendental en tiempos complicados» y agrego «actividades netamente exportadoras necesitan medidas como las adoptadas» resaltando el acompañamiento de la subsecretaria de pesca.

La industria pesquera viene de un 2022 con una baja del 8,4% en sus exportaciones, producto de la combinación entre la caída de los precios y la merma de la demanda en los principales mercados internacionales, principalmente del langostino, que representó el 53% del valor exportado por la pesca argentina el año pasado.

Asimismo  la política cambiaria que retrasa el tipo de cambio, con relación a la evolución de la inflación y el aumento en los costos, en su mayoría dolarizados, agrava la situación, desincentivan la inversión y afecta la generación de empleo.