Por: José Mazondo – Recientemente se ha publicado en varios medios una nota la cual revela que EE.UU., apoyándose en el valor estratégico que tiene la marina mercante y la industria naval, proyecta la Ley “SHIPS for America», por la cual se dará una deducción fiscal del 25% para inversiones en astilleros estadounidenses.
Además establece un programa de incentivos financieros para la construcción y reparación de buques y beneficios para marina mercante norteamericana, entre los que se encuentra un régimen de reserva de carga del 10% para las mercaderías importadas desde China.
En este sentido, tanto el autor como muchos lectores aplaudieron dicha iniciativa, agregando que Argentina, en lugar de pensar en desregular el sector, debería tomar ese ejemplo. Celebro el patriótico entusiasmo, a mi también me gustaría que Argentina tuviera una marina mercante de ultramar.
Pero creer que podemos hacer lo que hace o podría hacer EE.UU. es no entender la realidad. No podemos compararnos con ese “monstruo” en cuanto a producción, comercio exterior, tecnología etc. En el 2023, nuestro PBI fue el 2,33% del de EE.UU. (u$s645.511 millones contra u$s27.720.700 millones) y nuestras importaciones el 2,32% del de aquel país (u$s73.714 millones contra u$s3.172.476 millones). Estos números nos dan una idea de las extraordinarias ventajas comparativas de EE.UU. en las negociaciones respecto a sus relaciones internacionales.
La nota agrega además que en la actualidad solo se utilizan 58 buques con bandera norteamericana en el tráfico internacional. Esto se explica porque EE.UU. cuenta con un interesante “cabotaje off shore”, que nosotros no tenemos. Ese cabotaje es usado para el transporte marítimo entre el continente y las islas, posesiones y bases militares que poseen por distintas partes del mundo, con lo cual tratan de cumplir con la “Ley Jones”, que básicamente, reserva ese transporte a buques estadounidense, construidos en EE.UU., de propiedad de estadounidenses y tripulados por estadounidenses.
Con los pies en la tierra, ¿estamos en condiciones imitar a EE.UU. y crear una marina mercante de ultramar sustentable?, ¿tenemos con qué?, ¿cuál es el costo del falso flete, solamente con reservar las cargas de importación?, hay que tener en cuenta que no se puede exigir lo mismo a nuestras exportaciones, pues los compradores externos exigirán pagar fletes del mercado global, ¿estamos en condiciones de competir con las marinas mercantes globalizadas?, ¿están de acuerdo los sindicatos a que esos buques sean tripulados con solo 15 hombres y un coeficiente de franco compensatorio del 0,25?.
José Mazondo es Prefecto Principal (RE) de la PNA; Licenciado en Administración Naviera (UdeMM); Master en Relaciones Comerciales Internacionales (UNTREF); ex Capitán General de Puertos; ex Jefe de Gabinete de la AGP, responsable de la planificación de la reforma portuaria argentina; ex catedrático de la Universidad de la Marina Mercante, de la Universidad Tecnológica Nacional, del programa TRAINMAR – UNCTAD/ONU, de la Escuela Superior de la PNA y del Instituto Universitario de Seguridad Marítima de la PNA.