La denuncia por defraudación que autoridades del Consorcio de Gestión radicaron en Fiscalía dio lugar a una causa que tramita en la Unidad Funcional de Instrucción Nº 5 que conduce Marcelo Manso, cuyo equipo analiza los pasos a seguir en el marco del inicio de la investigación penal preparatoria correspondiente.
La denuncia fue radicada por el presidente del Consorcio, Eliseo Almada, y por el director por parte del gremio de Apuntadores, Diego Balcaza, quienes con la asistencia letrada del estudio jurídico de Carlos Casini, que asiste al Puerto en la mayoría de los temas legales, se presentaron ante el fiscal para dejar asentada la situación.
En la denuncia, además de describir la maniobra delictiva que aseguran pergeñó la contadora María José Pucurull para desviar millones de pesos de las cuentas del Consorcio a su cuenta personal, con adulteración de documentación interna como “pantalla” para el robo, los acusadores pusieron a disposición elementos de prueba y ofrecieron testimonios.
Pero además, solicitaron a la Justicia una serie de medidas de prueba que el fiscal Manso deberá ponderar para poner en marcha cuando considere que sea necesario avanzar en ese sentido como parte de los elementos que deberá reunir para la investigación.
Los denunciantes pidieron una pericia informática que permita ingresar al sistema del Consorcio para recabar las “huellas” de la maniobra delictiva porque, aseguraron, “está todo a la vista” y cada movimiento irregular se hizo con el usuario y contraseña de la contadora Pucurull.
Además, pidieron peritajes sobre la documentación existente en las oficinas del Puerto, que incluyen hasta una pericia caligráfica porque, señalaron en la denuncia y lo ratificó Eliseo Almada al aire de Sin Galera el sábado, hay anotaciones “de puño y letra” de Pucurull que permiten dar cuenta de la maniobra.
Almada explicó que los extractos bancarios oficiales del Banco de la Provincia de Buenos Aires fueron “adulterados” y que en la oficina donde la contadora desarrollaba sus tareas en el Puerto obran tres copias de esos extractos, con diferencias.
Además del original, hay otro que oficiaba de “machete” en el que la propia Pucurull hizo anotaciones, dijo Almada, marcando con círculos y escribiendo los montos que había transferido a su cuenta y que debía “dibujar” en el extracto bancario “trucho”.
Porque la tercera copia era eso: un extracto adulterado, falsificado, “trucho”, en el que el dinero que se transfería a su cuenta, según dice la denuncia, aparecía como parte de los servicios que presta Prefectura. Es decir que recargaba la cuenta de la fuerza naval como si allí hubiese ido a parar el monto que enviaba a su propia cuenta personal.
Fuente: Semanario La Opinión