Por Juan Carlos Donato – Durante el fin de semana largo, el Gobierno Nacional, volvió a la carga con otro proyecto desregulador para transporte marítimo y fluvial. El tercero en dos meses y como de costumbre, compartió, “reservadamente” con administradores portuarios y empresarios navieros más allegados.

A diferencia de los dos anteriores, este lleva la firma el Secretario de Desregulación del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger .
Cuenta con seis capítulos: en el primero, declara la Navegación por Agua como Servicio Esencial y fija procedimiento de selección de personal embarcado disponible, para la Bolsa de Trabajo de los Sindicatos.
En el Capítulo Segundo, instala el Régimen de Excepción de la Marina Mercante Nacional y en los cuatro restantes, modifica 4 Leyes permanentes, para adaptarlas al mencionado Régimen de Excepción:
Decreto – Ley 19.492/1944 Navegación y Comercio de Cabotaje Nacional – 20.094/1973 Ley de Navegación, 27.419/2017 Desarrollo de la Marina Mercante Nacional y la Integración Fluvial Regional – Ley 27.418/2017 Régimen de Promoción de la Industria Naval Argentina.
A todas luces, estamos en presencia de un proyecto de «Decreto Ómnibus» que favorece a un sector determinado, intención similar a lo sucedido en la suspendida Licitación de Dragado y Balizamiento de la Vía Navegable Troncal (VNT) del Río Paraná, mediante Decreto 709/2024 y posterior Disposición 34/2024.
Abrir el cabotaje nacional de nuestros 2.976 kilómetros de litoral fluvial navegable y 4.725 kilómetros de litoral marítimo Atlántico, no solo terminará lo poco que queda de la Marina Mercante Nacional, afectará negativamente el desarrollo de la Industria Naval Argentina.

El proyecto, apunta claramente a bajar costos operativos de las grandes navieras internacionales, antiguo reclamo de estas, pretende la extranjerización de tripulaciones argentinas y flexibilización de la registración de buques en la matrícula nacional, a tal punto de permitir el ida y vuelta a banderas de conveniencia y como sabemos, esto no va a generar mayor oferta de buques, empujes, barcazas, o remolcadores, tampoco aumentará recaladas de barcos en la red portuaria argentina.
Entre 1992 y 2002, se desreguló todo imaginable del sistema logístico por agua argentino, y no resultó, además vamos contramano a la tendencia global. La ONU, a través de la UNCTAD, está solicitando a los países marítimos, que desalienten la migración permanente de buques a registros abiertos off shore que permiten todo, sin control alguno, modalidad que está produciendo daños ambientales y laborales en todo el mundo.
Estados Unidos debate proyecto de Ley “Ships for América” para fortalecer su marina mercante e industria naval, también un amplio programa de inversiones para sus puertos, entonces ¿Por qué insistir con medidas del siglo XX? Somos el octavo país del mundo, merecemos algo mejor.
Pongo a disposición, en archivo adjunto, el proyecto del gobierno con el mencionado análisis: https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox?projector=1
