Las rutas comerciales marítimas entre Estados Unidos y China han experimentado cambios significativos en 2025 debido a las tensiones comerciales y políticas entre ambas naciones. Aunque aún no se ha implementado un aumento generalizado de aranceles, las amenazas de nuevas tarifas y restricciones han generado incertidumbre en el comercio marítimo.

Históricamente las líneas marítimas dan un trato distinto a las rutas hacia otros destinos (fuera de Europa y EE.UU.) como hacia América del Sur, África, Sudeste Asiático o Medio Oriente que suelen tener menos frecuencia de servicios y menos capacidad asignada por las navieras en comparación con las rutas Transpacífica (Asia-EE.UU.) o Asia-Europa.
Muchas veces, el espacio y contenedores disponibles son limitados, especialmente durante temporadas pico o cuando hay disrupciones globales, como crisis en el Mar Rojo o congestión portuaria.
Principales navieras operando entre China y EE.UU.
Las principales navieras que mantienen operaciones regulares entre China y Estados Unidos incluyen:
• COSCO Shipping Lines: Es una de las mayores compañías navieras del mundo, con una flota de 502 buques portacontenedores y 255 rutas internacionales que conectan con 356 puertos en 105 países.
• Maersk: La mayor naviera del mundo, con una flota de 600 buques portacontenedores y una capacidad de 3.000 a 13.000 contenedores.
• MSC (Mediterranean Shipping Company): Una de las principales navieras globales, con una amplia presencia en rutas transpacíficas.
• CMA CGM: Grupo naviero francés con operaciones significativas entre Asia y América del Norte.
• Evergreen Marine Corporation: Naviera taiwanesa con una flota de más de 150 portacontenedores, operando rutas entre el Lejano Oriente y América del Norte.
Situación Actual
En este momento, producto del tire y afloje arancelario entre ambas potencias, se ha generado una tregua temporal en la aplicación de nuevos aranceles. Esta ventana de oportunidad impulsó a numerosos importadores estadounidenses a adelantar sus compras en China para evitar potenciales incrementos futuros. ¿El resultado? Un notable aumento en el flujo de contenedores desde puertos chinos hacia Estados Unidos, que ya está impactando en la capacidad logística global y acentúa la tendencia habitual mencionada acerca de las rutas desfavorecidas.
Según datos publicados por Logística C de Comunicación [1], en enero de 2025 las importaciones estadounidenses alcanzaron los 2,49 millones de TEUs, de los cuales cerca del 40% provinieron de China. Este nivel de actividad no solo provocó congestión en los principales puertos estadounidenses —como Los Ángeles y Long Beach— sino que además obligó a las navieras a reorganizar sus flotas y capacidad disponible, priorizando las rutas más rentables y de mayor volumen.
Consecuentemente, otros destinos como América Latina y ciertas regiones de Europa han comenzado a evidenciar desatención en los servicios regulares, con menor disponibilidad de espacios y contenedores, mayores tiempos de espera y subas sostenidas en las tarifas de flete.
La situación se ve agravada por las restricciones derivadas de nuevas políticas estadounidenses. Como informa GlobalPorts [2] se estudia aplicar aranceles adicionales de hasta 1,5 millones de dólares por escala a buques construidos en China, lo que podría tensionar aún más la oferta de espacios y modificar itinerarios.
En paralelo, la congestión también se trasladó a puertos asiáticos como Yantian, donde —según PortalPortuario [3]— el adelanto de carga antes del Año Nuevo Lunar y el temor a nuevas medidas arancelarias estadounidenses dispararon los volúmenes, afectando no solo las rutas transpacíficas sino también los embarques hacia otras regiones.
El efecto sobre las tarifas no se hizo esperar: de acuerdo a Bloomberg Línea [4], el valor de un contenedor de 40 pies desde Asia hacia la Costa Oeste de EE. UU. se incrementó un 13,4% en una sola semana, alcanzando los USD 4.915 por unidad.
Principales rutas marítimas entre EE. UU. y China
Tradicionalmente, las rutas marítimas entre China y Estados Unidos han conectado puertos chinos como Shanghái, Shenzhen y Tianjin con puertos estadounidenses como Los Ángeles, Long Beach, Nueva Jersey, Savannah y Seattle . Estas rutas atraviesan el Océano Pacífico y son esenciales para el comercio bilateral. (legiscomex) [5]
Cambios recientes en las rutas y el comercio
En 2025, se ha observado una disminución significativa en el volumen de comercio marítimo entre China y EE. UU. Por ejemplo, el Puerto de Los Ángeles proyecta una reducción del 33% en el volumen de mercancías asiáticas . Además, navieras como Hapag-Lloyd han cancelado el 30% de los embarques con destino a China, y Kuehne + Nagel anticipa una disminución del 25% al 30% en las reservas de China a EE. UU. .(Diario AS) [6], (Bloomberg Línea) [7]
Estas reducciones se deben en parte a la imposición de nuevos aranceles por parte de EE. UU., como un arancel del 145% a productos chinos, y a la incertidumbre sobre futuras políticas comerciales. (Diario AS) [6]
Reconfiguración de alianzas navieras
Las tensiones comerciales han llevado a una reconfiguración de las alianzas navieras. Por ejemplo, la Ocean Alliance, que incluye a CMA CGM, COSCO Shipping Lines, Evergreen y OOCL, ha renovado su compromiso hasta 2032 y mantiene una fuerte presencia en el Transpacífico . Sin embargo, la incertidumbre ha llevado a ajustes en las rutas y servicios ofrecidos. (magnumchile) [8]
Nuevas rutas y proyectos estratégicos
China está desarrollando nuevas rutas marítimas para diversificar sus conexiones comerciales. Un ejemplo es la construcción del canal de Pinglu, que conectará el río Yu con el golfo de Tonkín en el mar de China Meridional, con finalización prevista para finales de 2026 . Además, se ha inaugurado una nueva ruta marítima que une el puerto chino de Tianjin con puertos de la costa este de América del Sur, como Río de Janeiro, Santos, Itapoá y Navegantes. (Diario AS) [9], (infobae) [10]
Reflexión final
Lo que hoy vemos es un claro ejemplo de cómo las decisiones políticas y económicas entre dos grandes potencias pueden desencadenar efectos colaterales en todo el sistema logístico global. Como profesionales del comercio exterior y la logística, resulta clave mantenernos atentos a estos cambios, adaptarnos con rapidez y anticipar ajustes en itinerarios, costos y tiempos de tránsito.
Por: Fernando Torres – Para la Cámara de Comercio Exterior de Santa Fe