Gestiones intensas de los ministros de Defensa, Jorge Taiana, y de Trabajo, Claudio Moroni, permitieron que la Fragata Libertad quedara al margen del conflicto gremial con el paro de remolcadores.
La incertidumbre había surgido en la noche del viernes, cuando los sindicatos iniciaron un paro de actividades y desatendieron en la del domingo, la conciliación obligatoria dictada por la cartera laboral.
La medida de fuerza impacta especialmente sobre el comercio exterior, tanto en la importación como en la exportación de granos y otros productos.
“La Fragata quedó a salvo, pero el conflicto se mantiene”, indicaron fuentes vinculadas con el sector naval.
Tras las gestiones de los ministros Taiana y Moroni, los sindicatos accedieron como «una medida de excepción» a permitir el arribo del buque, aunque su llegada al Apostadero Naval se retrasó considerablemente.
El paro fue iniciado a las 20 horas del viernes, en forma sorpresiva, por el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo; el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales; el Sindicato de Conductores de la República Argentina y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
El cese de actividades afecta a todos los buques que integran la Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) y la Cámara Naviera Argentina (CNA).