El radar RPA-170M en Cabo Domingo podrá monitorear todo el tránsito aéreo en un radio de 170 millas náuticas (unos 315 kilómetros) en la región. Jorge Taiana enmarcó la puesta en marcha en «un plan de recuperación de capacidades militares de la Argentina».
Un radar móvil de mediano alcance desarrollado por el Invap fue instalado en cercanías de la ciudad fueguina de Río Grande, a unos 700 kilómetros de Puerto Argentino, para potenciar las capacidades argentinas de vigilancia y control del espacio aéreo en el Atlántico Sur.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, supervisó este lunes el despliegue y la puesta en funcionamiento del radar RPA-170M en Cabo Domingo, a unos 15 kilómetros al noroeste de Río Grande, desde donde se podrá monitorear todo el tránsito aéreo en un radio de 170 millas náuticas (unos 315 kilómetros).
La ceremonia de puesta en marcha del nuevo radar fue acompañada por sobrevuelos de los cazambombarderos A4-Ar y los entrenadores avanzados IA-63 Pampa III de la Fuerza Aérea Argentina, cuyas maniobras sobre Cabo Domingo fueron aprovechadas para demostrar las capacidades del sistema de vigilancia y control.
El acto fue abierto por el brigadier mayor Rodolfo Centurión, quien durante la Guerra de Malvinas fue operador del radar TPS-43 que estaba instalado en el mismo sitio. El militar recordó que «la tarea del radar que estaba en este mismo lugar era el control de los vuelos que despegaban desde Río Grande y todavía recordamos las sensaciones de alegría cuando en la pantalla los veíamos regresar a todos y las amarguras de cuando despegaban tres o cuatro pero regresaban dos o tres».
«Con los pilotos nos conocíamos tan bien que sabíamos por su tono de voz cómo había salido la misión y cuando aterrizaban siempre nos saludábamos con un ‘Viva la Patria’. En esos meses los operadores de radar vivíamos en tres carpas y una casa rodante en el predio de YPF, soportando el frío y las tensiones del momento, pero nunca dejamos de valorar a los vecinos de Río Grande. Esta bufanda celeste y blanca que tengo puesta me la regaló un chico que se acercó al radar y la adoptamos como colores de la unidad», apuntó.
«Estoy feliz de ver otra vez un radar en Cabo Domingo, hoy vuelve a haber una presencia de un instrumento de defensa fundamental para un país de nuestra extensión y riquezas; sé positivamente que este proyecto de radarización va a seguir en los próximos años, un país como el nuestro necesita un sistema de radar como el que se está desarrollando», completó Centurión.
El ministro de Defensa, Jorge Taiana, afirmó que están «cumpliendo con un plan de recuperación de capacidades militares de la Argentina».
«Este plan de radarización empezó por el norte, pero hemos querido recuperar mayor presencia en el sur, en la Isla Grande de Tierra del Fuego donde estamos construyendo la nueva Base Naval Integrada, fortaleciendo la presencia del Ejército y de la Fuerza Aérea», agregó.
«Ahora estamos poniendo en valor un mecanismo de vigilancia y control para monitorear los vuelos no declarados o no cooperativos porque vamos a ejercer en plenitud los derechos y responsabilidad que nos impone nuestra soberanía en todo nuestro territorio, especialmente hacia el Atlántico Sur que es lo que nos marca la dimensión bicontinental de la Argentina», añadió.
«Sabemos que acá estamos cerca de nuestro territorio ocupado por una potencia colonial, y nuestra presencia acá hoy para activar este radar es en cumplimiento de lo que manda nuestra Constitución que es disponer de todos los medios políticos y diplomáticos para reestablecer nuestra soberanía plena en nuestras islas», finalizó Taiana.
El comandante de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Xavier Isaac, resaltó que «esto fue una idea que surgió hace unos meses junto al ministro y al comandante del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas para fortalecer la presencia en el Atlántico Sur. Este radar era una deuda con nuestra soberanía, el radar que estaba acá era una pieza fundamental de la Guerra de Malvinas».
El comodoro Adolfo Alejandro Heretich, jefe de la base aérea militar de Merlo desde la que se controlan todos los radares argentinos, afirmó en diálogo con Télam que «este sistema nos devuelve una capacidad de vigilancia que teníamos durante la Guerra de Malvinas cuando se había instalado otro radar en este mismo sitio».
Las características del radar
«Este radar de Invap incorpora las más modernas tecnologías y tiene muchas capacidades que el de 1982 no disponía, pero la ubicación es estratégica porque permite una muy buena cobertura de vigilancia y se pudieron aprovechar las instalaciones que habían quedado en pie para recuperarlas y usarlas ahora. Estamos frente al mar en una zona de fuertes vientos, y si no hubiésemos previsto las medidas de protección adecuada ningún radar podría durar mucho aquí», agregó.
Este sistema es la versión móvil del radar de largo alcance RPA-240T también desarrollado por Invap con el que Argentina consolida un cinturón de vigilancia a lo largo de las fronteras en el norte de su territorio.
Esta unidad móvil estaba a disposición del Comando Conjunto Aeroespacial (Cocaes) en la base del partido bonaerense de Merlo, y en el marco del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvyca) se decidió su traslado a Cabo Domingo para fortalecer las capacidades de las que hasta hoy dispone Argentina a través del radar que ya opera en la base aérea de la localidad santacruceña de Río Gallegos para identificar aeronaves no cooperativas y tránsitos aéreos irregulares en el Atlántico Sur.
El RPA-170M es un radar táctico de defensa aérea 3D de mediano alcance de última generación que opera en banda L/D, se trata de un sistema de alta movilidad diseñado para el despliegue rápido con mínima dotación de personal y posee un excelente desempeño en una amplia gama de escenarios operacionales.
El sistema completo, que incluye dos puestos de operación y de comunicaciones, se encuentra contenido en el espacio de dos cabinas ISO de 20 pies que puede ser transportado por cualquier vehículo con fijaciones estándares, mientras que todo el equipo necesario para entrar en operación puede ser transportado en sólo un C-130.
También participaron de la actividad el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Mella; el intendente de Río Grande, Martín Pérez; el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Juan Martín Paleo; el jefe de la Armada Argentina, almirante Julio Guardia; el secretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Francisco Cafiero; y la secretaria de Coordinación Militar en Emergencias, Inés Barboza Belistri; entre otras autoridades.