El reciente informe Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe de la CEPAL, muestra que, pese a la persistente incertidumbre global, el transporte marítimo internacional ha comenzado a presentar señales de estabilización, aunque sobre una base frágil y expuesta a nuevos shocks.

Según el documento, “el indicador [Global Supply Chain Pressure Index] parece haberse estabilizado en los últimos meses, acercándose a su media histórica”, lo que sugiere una reducción temporal de las tensiones que afectaron a la logística global desde 2020.
Uno de los avances más relevantes es la mejora de la confiabilidad de los itinerarios marítimos, un indicador que había caído a su mínimo histórico en enero de 2022. CEPAL advierte que la recuperación registrada en 2023 se vio interrumpida por la sequía en el Canal de Panamá y los ataques en el Mar Rojo, pero a partir de enero de 2025 se observó un repunte sostenido. En junio de 2025, la confiabilidad alcanzó el 67,4%, “el nivel más alto desde noviembre de 2023”, gracias a mejores prácticas operativas en alianzas como Gemini Cooperation, Ocean Alliance y de la red de MSC.
Según el informe, para América Latina y el Caribe, los efectos de las disrupciones globales fueron particularmente severos. Recuerda que, durante el primer trimestre de 2020, la región fue “una de las más afectadas”, debido al cierre temporal de puertos, la falta de contenedores y la caída de la demanda. Aunque hubo un repunte desde 2021, este estuvo acompañado por cuellos de botella que “elevaron los costos y limitaron la capacidad de respuesta” del sistema marítimo regional.

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Las tarifas marítimas, en tanto, —altamente sensibles a tensiones geopolíticas y climáticas— continúan inestables. Entre abril de 2019 y septiembre de 2021, los fletes se multiplicaron casi por ocho “impulsados por la escasez de contenedores y la congestión portuaria”. Tras un período de normalización en 2022 y 2023, los ataques en el Mar Rojo y la sequía en Panamá generaron nuevas oscilaciones, confirmando “la persistente volatilidad y continua incertidumbre del mercado naviero”.
Desempeñó portuario, más allá de la infraestructura
En el ámbito portuario, el desempeño operativo se consolidó como un determinante clave de la competitividad regional. Destaca el caso de Posorja (Ecuador), cuyo índice de desempeño pasó de 34 en 2020 a 107 en 2024, impulsado por “inversiones estratégicas y alianzas público-privadas”. Esta mejora ilustra la capacidad de los puertos latinoamericanos para adoptar estándares internacionales y fortalecer su resiliencia ante shocks externos, describe el documento.
El informe también subraya el surgimiento de nuevos nodos logísticos estratégicos, entre ellos el puerto de Chancay (Perú), llamado a convertirse en un enlace directo entre América del Sur y Asia. Según el estudio, se prevé que su capacidad crezca de 1 millón de TEUs en 2024 a 3,5 millones en 2032, lo que permitiría ofrecer servicios sin transbordos en Panamá, México o Estados Unidos. Esta transformación constituye “una oportunidad estratégica para estrechar los lazos intercontinentales” y mejorar la inserción regional en las cadenas globales de valor.
CEPAL enfatiza que la competitividad ya no depende exclusivamente de la infraestructura física: la transición digital marcará el rumbo de los puertos latinoamericanos. Los sistemas de comunidad portuaria permiten “disminuir los tiempos de trámite, reducir los errores y costos operativos, y facilitar la trazabilidad”. A su vez, los gemelos digitales aportan herramientas para la simulación, monitoreo y optimización de recursos, fortaleciendo la sostenibilidad ambiental y la toma de decisiones informada.
Finalmente, el informe advierte que las tensiones comerciales podrían “exacerbar la fragmentación del sistema de transporte internacional”. Para América Latina, esta fragmentación reafirma la urgencia de avanzar hacia mayor integración regional, corredores bioceánicos y políticas coordinadas que refuercen la resiliencia logística. Como señalan Herreros y Saade Hazin, la región necesita “construir cadenas de suministro más resilientes y favorecer la integración productiva”.
Fuente: MundoMaritimo