El listado global de especies en proceso de FIP, o proyecto de mejora de pesquería, suma una referencia de peso: el calamar de la ZEE de Argentina. CAPA, la Cámara de Armadores Poteros Argentinos, lidera la iniciativa, que analizamos en profundidad en el número de mayo de IP.
La lucha a favor del level playing field y el reconocimiento de los mercados a las buenas prácticas pesqueras tiene en el calamar argentino (Illex argentinus) un caso paradigmático. La flota nacional argentina, integrada por 78 poteros, captura cada año en aguas de su ZEE entre 100 000 y 150 000 toneladas de este recurso con alta demanda en los mercados internacionales y en dos en concreto: Estados Unidos y Europa, ambos líderes globales en control y lucha contra la pesca IUU, así como en la demanda de productos sostenibles por parte de sus consumidores.
Sin embargo cada año un ingente número de buques, la mayoría de bandera asiática, bordea los límites de la milla 200 atraídos por un doble imán para la pesca INDNR: la riqueza del caladero y, sobre todo, la falta de regulación ante la ausencia de una ORP en aguas del Atlántico sudoccidental. Es ahí cuando se produce el conflicto: un mismo recurso, mismos mercados, pero con garantías sociales y ambientales diferentes.
Impulsada por la necesidad de diferenciarse en el mercado, flota argentina ha decidido actuar. CAPA, la Cámara de Armadores Poteros Argentinos que aglutina a 32 empresas y 66 ‘jiggers’, acaba de formalizar su compromiso para poner en marcha un FIP (Proyecto de Mejora de Pesquería, por sus siglas en inglés) que tiene como objetivo situar a la pesquería de illex en posición de salida para lograr con éxito una certificación MSC.
El objetivo es a cinco años vista: en 2027 debería comenzar la evaluación. Como viene siendo habitual en estos casos, CAPA inicia el camino con el respaldo de SFP, Sustainable Fisheries Partnership, la ONG que trabaja directamente con la industria para promover mejoras en la gestión y la trazabilidad a lo largo de toda la cadena de valor.
Juan Redini, presidente de CAPA, explica a IP que han sido varios los motivos que han llevado a la cámara a iniciar un FIP. Todos, reconoce, ligados “al mercado y a la demanda por ser sostenibles y ser capaces de evidenciarlo”. Con este FIP, paso previo a la certificación, CAPA quiere dar respuesta a los clientes de illex en Estados Unidos y Europa, esto es, la industria transformadora, quienes han venido trasladando al sector su interés por poder contar entre sus referencias con calamar “de origen responsable”.
“Esperamos que todo esto nos beneficie en los mercados, pero también que sirva como incentivo para que operan fuera de la milla 200 se interesen por hacer una gestión más responsable del recurso que compartimos”, subraya Juan Redini.
Al mismo tiempo, la cámara de poteros busca posicionarse en el mercado global como “líder” en materia de sostenibilidad. Están convencidos de que es el camino para competir mejor con otras especies de calamar y otros orígenes, ya que “la sostenibilidad se ha convertido en un factor clave en las relaciones comerciales con Estados Unidos y Europa”, asegura. Por último, y cuestión clave, el FIP permitirá a la flota argentina diferenciar las capturas que realiza en su ZEE de aquella procedente de la milla 201. “Esperamos que todo esto nos beneficie en los mercados, pero también que sirva como incentivo para que operan fuera de la milla 200 se interesen por hacer una gestión más responsable del recurso que compartimos”, subraya Juan Redini.
UN FIP CON PRESENCIA ESPAÑOLA
Empresas españolas con sociedades mixtas en Argentina, integradas a su vez en CAPA, Cámara de Armadores Poteros Argentinos, tendrán un papel activo en el FIP del illex. Es el caso de Argenova, la filial argentina de Nueva Pescanova, Grupo Profand o Iberconsa.
Javier Díaz, country manager en Argentina de Nueva Pescanova, subraya a Industrias Pesqueras que el FIP supone un paso más en la estrategia del Grupo Nueva Pescanova, a través de su programa de sostenibilidad Pescanova Blue, de evidenciar la sostenibilidad de las especies pesqueras en los orígenes en los que pesca. “Es el primer paso hacia una certificación del caladero argentino de calamar, que es uno de los más ricos del mundo, poniendo así en valor las buenas prácticas de gestión existentes”, explica.
Desde Grupo Profand, consideran el FIP del calamar argentino un paso clave en la política de sostenibilidad de la empresa, reflejada en su plan Profand4Future. “Es vital para nosotros establecer en nuestras pesquerías más relevantes Proyectos de Mejora Pesquera para salvaguardar los recursos marinos, garantizar las buenas prácticas pesqueras y minimizar el impacto ambiental”, explica Antonio Álvarez Sánchez, director de Sostenibilidad de Profand.
Fuente: Industrias Pequeras