Los datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) muestran que, en los últimos años, una alarmante tendencia amenaza a los océanos y, por consiguiente, al mundo entero.
El año pasado, las alertas ya comenzaron a sonar. Las temperaturas de los océanos alcanzaron niveles de calor que, incluso, llegaron a romper récords históricos. Cada mes del 2023 fue más caluroso que el promedio, y los científicos observaron con preocupación esta tendencia.
El inicio del 2024 continuó igual, no obstante, este mes de julio fue la primera jornada donde la temperatura superficial del mar (TSM) no rompió un récord diario.
En cambio, las temperaturas están descendiendo de a poco, aunque continúan siendo elevadas, en comparación a los años pasados.
¿Por qué los científicos están preocupados?
Los registros del proyecto Climate Reanalyzer, de la Universidad de Maine y el Instituto de Cambio Climático, muestran que desde el 2 de julio, la temperatura superficial del mar se mantuvo ‘pareja’ y menos calurosa que todo el 2023 y lo que va del 2024.
Utilizando datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), cuya base de datos contiene información que remonta al año 1981, lograron entender que el mar efectivamente se está enfriando.
Pero, en comparación al pasado, todavía presenta temperaturas muy por sobre el promedio, una situación que preocupa a los científicos.
Los récord de calor se le habían atribuido al fenómeno El Niño, que se estableció en el mundo el 2023. No obstante, ahora que terminó su visita, los informes muestran que con o sin este fenómeno, la temperatura del mar continúa alta.
Es decir, otros orígenes, como el cambio climático y el calentamiento global, serían también responsables del calor sin precedentes.
Pero ahora que los océanos están registrando temperaturas más bajas, el mundo científico lo toma como una noticia agridulce: el frío en el océano se está dando por el fenómeno La Niña —que, según la NOAA, debería llegar en el trimestre de agosto y octubre—, no obstante, la tendencia a las temperaturas altas continúa y, aparentemente, así lo hará por los próximos años.