La privatización del Belgrano Cargas, trae mas dudas que certezas

El Gobierno Nacional ha oficializado, mediante el Decreto 67/2025, la privatización total de Belgrano Cargas y Logística S.A. (BCYL S.A.), marcando un nuevo retroceso en la participación del Estado en el sistema ferroviario.

La administración del Presidente Javier Milei dispuso la venta del material rodante a través de remates públicos y la concesión de vías e infraestructura bajo el régimen de concesión de obra pública, permitiendo que el sector privado tome control absoluto del servicio.

La medida, que se presenta como una apuesta a la «eficiencia y competitividad», omite el impacto que esta privatización puede generar en la logística nacional y en las economías regionales. Por otro lado se presenta como lo nuevo cuando la experiencia de los90 ya marcaron un amplio fracaso de estas medidas.

La experiencia de las privatizaciones ferroviarias en Argentina han demostrado que cuando el negocio deja de ser rentable para los operadores privados, los ramales quedan abandonados y las localidades más alejadas pierden su conexión con los principales centros de producción y exportación.

La fragmentación del sistema ferroviario de cargas, separando unidades de negocio y permitiendo la venta de material rodante a distintos operadores, podría profundizar la falta de integración del sistema y hacer inviable su desarrollo estratégico a largo plazo.

El plan de privatización también prevé la concesión de los talleres ferroviarios, lo que plantea dudas sobre el futuro de los mismos, solo a las empresas concesionarias les podría interesar la operación de los talleres. 

Sin un plan general para la reconversión en la industria ferroviaria y logística en general, existe el riesgo de una mayor precarización laboral y el cierre de establecimientos claves para el mantenimiento y expansión del sistema.

Si bien el Gobierno no aportó precisiones acerca de los plazos, fuentes del área de Transporte precisaron que los inventarios y pliegos para las licitaciones recién podrían estar listos para fines de mayo. Se estima que habrá un período de entre tres y cuatro meses para la presentación de ofertas y otro adicional de hasta 60 días para seleccionar a los ganadores.

Con el resultado puesto de la licitación de la Vía Navegable Troncal, lo que se puede esperar para BCyL es otro fracaso contundente.

El anuncio generó incertidumbre en las cerealeras porque no se define lo que tiene que ver con las inversiones en nuevos accesos ferroviarios y la compra de vagones que, junto con las exportadoras, le financiaron al Belgrano Cargas a cambio de contratos de transporte de sus cargas. Estos acuerdos se extienden por varios años y ahora podrían quedar en la nada.

A esto se agrega el interrogante sobre qué sucederá con las tres concesionarias privadas de cargas que tienen sus contratados prorrogados hasta abril y setiembre de este año.

Ferroexpreso Pampeano, la empresa del grupo Techint; Nuevo Central Argentino, la sociedad controlada por Aceitera General Deheza del grupo Urquía; y Ferrosur Roca, la compañía en manos de la brasileña Camargo Correa, están a la espera de una respuesta del Gobierno.

Como todos los procesos de privatización, encarados por el Gobierno Nacional, contaron con dos características » APURO E IMPROVISACIÓN».