Para Greenpeace “Se logró un acuerdo histórico en la ONU por la protección de los océanos”

Tras casi dos décadas de negociaciones, se ha acordado en las Naciones Unidas un histórico Tratado de la ONU sobre los Océanos. La organización ambientalista Greenpeace ha calificado a la creación del tratado como una victoria monumental para la protección de los océanos y una señal importante de que el multilateralismo aún funciona, en un mundo cada vez más dividido.

El acuerdo de este Tratado mantiene vivo el objetivo 30×30: proteger el 30% de los océanos del mundo para 2030. Proporciona una vía para crear zonas total o altamente protegidas en todos los océanos del mundo. Sigue habiendo defectos en el texto, y los gobiernos deben asegurarse de que el Tratado se ponga en práctica de forma eficaz y equitativa para que pueda considerarse un Tratado realmente ambicioso. 

Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace Argentina,  mencionó: “Este es un hecho histórico para la conservación. Los gobiernos han dado un paso importante que fortalece la protección legal de dos terceras partes del océano y con ello de la biodiversidad marina. El acuerdo marca una ruta para establecer áreas de gran y plena protección en alta mar,  aumentar nuestra resistencia al cambio climático y salvaguardar las vidas y los medios de subsistencia de miles de millones de personas” .

El texto del acuerdo, pasará ahora por un proceso de edición técnica y traducción, antes de ser adoptado oficialmente en otra sesión. 

“Ahora por fin podemos pasar de las palabras al cambio real en el mar. Los países deben adoptar formalmente el Tratado y ratificar lo antes posible para que entre en vigor, y luego crear los santuarios marinos totalmente protegidos que nuestro planeta necesita. El reloj sigue corriendo para cumplir el 30×30. Nos queda media década”.

Aunque el texto sigue planteando importantes problemas, se trata de un Tratado viable que constituye un punto de partida para proteger el 30% de los océanos del mundo. El reparto equitativo de los beneficios monetarios de los recursos genéticos marinos fue uno de los principales puntos de fricción. No se resolvió hasta el último día de negociaciones. La sección del Tratado sobre Áreas Marinas Protegidas elimina la toma de decisiones basada en el consenso, que ha fracasado a la hora de proteger los océanos a través de organismos regionales como la Comisión Antártica del Océano. 

Vueso agregó: “El objetivo 30×30, acordado en la COP15 sobre Biodiversidad, no podría alcanzarse sin este tratado histórico.  Es vital que los países lo ratifiquen urgentemente y comiencen a trabajar para crear vastos santuarios marinos totalmente protegidos que cubran el 30% de los océanos para 2030. Debemos aprovechar este impulso para alejar nuevas amenazas como la explotación minera de los fondos marinos y centrarnos en establecer medidas de protección” 

“Este tratado permitiría que zonas de gran riqueza, como por ejemplo el Agujero Azul que año a año es amenazado por cientos de flotas pesqueras, puedan ser potencialmente protegidas y ya no estén desreguladas. Parte de la depredación que se ve hoy específicamente allí, en el límite de la zona económica exclusiva argentina, requiere de soluciones que involucren la gobernanza internacional en aquellas zonas fuera de jurisdicción nacional. Hoy tenemos un tratado que permitiría proteger esta zona” .

En la foto de portada la delegaciones de Greenpeace que estuvieron presentes en las Naciones Unidas año tras año