Después de dos años desde su última campaña, el Buque Oceanográfico ARA “Austral” perteneciente al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y operado por el Servicio de Hidrografía Naval (SHN) -dependiente de la Secretaría de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa del Ministerio de Defensa de la Nación- zarpó el viernes 9 de agosto desde la Base Naval en Mar del Plata con el objetivo de realizar una campaña científica en el Golfo San Jorge; Plataforma de Tierra del Fuego y Banco Namuncurá/Burdwood.
El investigador principal del Conicet Alejandro Tassone (Doctor en Ciencias Geológicas) es el coordinador científico de la campaña correspondiente al Grupo de Trabajo de Geología Marina Ampliado de la que participan 24 científicos, profesionales y estudiantes de doctorado y se estima que tendrá una duración de 30 días.
El “Austral” es un buque oceanográfico para aguas profundas y tiene un equipamiento como ecosondas, guinches, cables para maniobras lo hacen apto para operar en todo el Talud Continental Argentino, en ese sentido es único en Argentina.
El buque posee una eslora total de 97,6 metros y pesa unas 4.734 toneladas. Para su propulsión utiliza un sistema diesel eléctrico que le permite alcanzar una velocidad de 12,5 nudos. La embarcación puede albergar hasta 25 científicos y 25 técnicos o personal náutico a bordo.
Cuenta con seis gabinetes: de sismología, aire comprimido para sísmica, hidroacústica, oceanografía, geología y química. También posee un guinche oceanográfico y para prospección magnética; dragas y rastras con videocámaras incorporadas; receptores de imágenes satelitales y cartas meteorológicas; y un sistema de observación del suelo marino, entre otras capacidades operativas y equipamiento científico.
Se trata de una plataforma de investigación que permite desarrollar actividades vinculadas a la geología, geofísica, geodinámica y sísmica, oceanografía física, química y biológica; y tiene la capacidad de identificar áreas de riqueza hidrocarburífera y alimentaria.
El relevamiento tiene como principales objetivos: realizar mapas batimétricos de alta resolución del fondo marino; investigar fallas geológicas activas y aludes submarinos y analizar su peligrosidad; buscar y analizar evidencias de emanaciones naturales de hidrocarburos en el fondo marino; investigar las dinámicas de las corrientes marinas; medir niveles de nutrientes, metales pesados, material particulado y microplásticos en agua. También busca realizar un análisis de biodiversidad y ecología de comunidades bentónicas; investigar la variación espacio-temporal de la composición de los grupos funcionales del fitoplancton y estudiar la estructura comunitaria, diversidad, distribución y comportamiento de predadores superiores (aves y mamíferos marinos).
Algunas de las investigaciones de la campaña buscan detectar la presencia de gas en el fondo del océano.
“En referencia a las investigaciones vinculadas a detectar la presencia de gas en el fondo oceánico -uno de los objetivos de Y-TEC- se realizará un estudio previo donde se observarán perfiles de Sísmica de Reflexión 2D y bloques sísmicos 3D, la presencia de chimeneas por donde ascendería ese gas y se definirá tomar testigos de sedimentos del fondo oceánico con el sistema gravity corer que hay en el buque”, explica el Doctor en Ciencias Geológicas e investigador del CONICET, Alejandro Tassone.
Y continúa: “Luego se muestrean esos sedimentos y se realizan estudios en laboratorios de geoquímica que permiten definir si se trata de gas termogénico -fuente profunda de petróleo-gas- o biogénico. En el buque se realizan otros tipos de investigaciones relacionadas con este muestreo como la identificación de geoformas en el fondo oceánico y otras con la emanación de fluidos profundos”.