Una Investigacion del Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca de la UE – STECF determino que el contexto macroecónómico puede ser una oportunidad, pues la pesca se ha relevado como refugio laboral en tiempos de crisis. Sin embargo, la difucltad para acceder a financiación limita la entrada de jóvenes empresarios al sector.
¿Cuáles son las barreras que están limitando la entrada de jóvenes al sector pesquero e impidiendo el relevo generacional en la flota?
El STECF (Comité Científico, Técnico y Económico de la Pesca de la UE) ha intentado encontrar respuestas a uno de los principales problemas que afronta la pesca en Europea, concluyendo que para obtener respuestas se debe llevar realizar un “análisis holístico” que incluya todos los factores que pueden promover o desalentar la incorporación de las generaciones jóvenes al sector pesquero.
El primer paso es analizar el contexto general, marcado por las tendencias demográficas a la baja y la percepción social de la pesca, que “también ha cambiado”. “La opinión de que la pesca ofrece seguridad laboral, estatus social o una buena posición económica ya no es popular”, recoge el análisis, que apunta que los casos en los que existe presión familiar para convencer a los jóvenes de trabajar en el sector pesquero “son cada vez más raros, e incluso se observa la tendencia contraria”.
Con estos dos condicionantes encima de la mesa, el STECF concluye que para evaluar el atractivo de la industria pesquera se deben considerar tres factores: económicos, sociales y psicológicos. Así, si bien los niveles salariales y la variabilidad de los ingresos son importantes, también lo son factores como la autorrealización como trabajador o la posibilidad de trabajar al aire libre. “Diversas variables monetarias y no monetarias influyen en la satisfacción laboral y el atractivo del sector pesquero”, explica el docuemento, que identifica las cuatro esferas que condicionan que una persona decida dedicarse a la pesca.
CUATRO ESFERAS
La primera esfera es la personal. Hablamos de motivaciones personales, gustos, emociones, creencias, deseos o autopercepciones de cada persona que “inciden en la decisión de convertirse en pescador profesional”. La proximidad al mar y la conexión con la naturaleza son motivaciones habituales, por citar algunas, para adoptar la profesión de pescador. Por el contrario, el hecho de que la pesca sea una profesión agotadora física y mentalmente puede alejar a los jóvenes de la pesca.
La segunda esfera es la entrada temprana en el sector, relevante en el caso de las familias dedicadas a la pesca en las que los jóvenes desarrollan un “vínculo con el mar y la pesca”. El factor familiar también juega un papel importante a la hora de motivar a los jóvenes a seguir el negocio familiar en otras profesiones del sector primario.
En tercer lugar se encuentra la trayectoria profesional que ofrece el sector, relacionada con la formación. “Es fundamental contar con las competencias necesarias para poder desempeñar el trabajo de manera eficiente. De hecho, tener conocimientos teóricos además de formación sobre riesgos laborales disminuye la probabilidad de sufrir un accidente de trabajo, de cualquier gravedad, en una ocupación que tiene comparativamente un mayor nivel de siniestralidad”, apunta el documento. En este sentido, el STECF considera “deseable” la homogeneización de titulaciones o experiencia laboral. “La movilidad laboral es una realidad cada vez más extendida, por lo que contar con la posibilidad de estandarizar la formación aumentaría el atractivo de la profesión”, indica el documento.
El comité considera que el sector pesquero se convierte, periódicamente, en un sector refugio en escenarios de recesión o crisis económica.
Sin embargo, aunque la formación está estrechamente relacionada con las oportunidades laborales y la capacidad del trabajador para ascender en la carrera profesional, el estudio apunta que existen fuerzas exógenas que pueden impulsar o dificultar la entrada al mercado laboral pesquero.
En concreto, el STECF hace referencia a las tendencias macroeconómicas, y no en términos negativos. El comité considera que el sector pesquero se convierte, periódicamente, en un sector refugio en escenarios de recesión o crisis económica. Por tanto, la restricción del acceso a otros mercados laborales aumenta el atractivo de la industria pesquera. Además de la evolución macroeconómica de la economía, otros factores pueden influir en el atractivo de la industria pesquera, como la cantidad de tiempo libre, la posibilidad de irse de vacaciones o la conciliación de la vida personal y laboral.
La economía, al mismo tiempo, supone una “fuerte barrera” de entrada debido a la complejidad que supone obtener la financiación necesaria para poder ejercer la pesca. “La inversión en un buque pesquero y en el equipamiento necesario para realizar el trabajo es elevada, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades que tiene la población joven para acceder a financiación”, indica el Stecf, que considera que este factor está directamente relacionado con el marco institucional, al igual que las políticas específicas sobre la gestión de los recursos pesqueros. “Ciertas asignaciones de derechos pueden conducir a una situación en la que los costos de transacción sean tan altos que desalienten la entrada al mercado laboral pesquero”, indican los investigadores.
Otros factores pueden influir en el atractivo de la industria pesquera, como la cantidad de tiempo libre, la posibilidad de irse de vacaciones o la conciliación de la vida personal y laboral.
En cuarto lugar, el STECF menciona la esfera de la influencia social y cómo condicionan el atractivo de la profesión factores como la apreciación social de la ocupación pesquera o las expectativas de estilo de vida –reales o percibidas-. El último factor “social” se basa en el atractivo de vivir en una comunidad pesquera o en una zona costera, en general. “Este es un impulsor importante para el relevo generacional porque la pesca está asociada en gran medida con la proximidad al mar y la vida en una comunidad costera”, señala el informe, que destaca la importancia de contar con infraestructuras dignas y servicios públicos esenciales como educación y salud.
El STECF finaliza reconociendo la necesidad de seguir analizando este problema, pues identificar los factores que determinan el atractivo del sector pesquero para la población más joven “es crucial para la supervivencia del sector”. “Es crucial comprender que el análisis social es un análisis en evolución y, por lo tanto, un suministro regular de datos ayudaría a comprender las tendencias tanto actuales como futuras”, indica.
Fuente: Industrias Pesqueras