Por Juan Carlos Donato – El Presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina – Fernando Landa, en nota periodística publicada el 4/4; aborda la problemática logística y pone como eje la operatoria costosa e ineficiente de los puertos nacionales que a su entender “generan desequilibrio entre modos de transporte y alejan a nuestro país de las tendencias globales de promoción de una matriz logística verde e inteligente.”
Ahonda después, en la pérdida de conectividad, la dependencia del camión y deriva en lo inevitable: la competencia de puerto de Montevideo mediante el constante goteo de contenedores con cargas originadas en puertos argentinos que transbordan en el puerto de la capital uruguaya a mercados internacionales.
Celebro que los exportadores salgan de su zona de confort y comiencen a involucrarse en el problema medular e intenten poner en agenda pública algo que desde el sector logístico exponemos en cuanto foro podemos, casi como un proceso de evangelización, porque esos desequilibrios; en realidad asimetrías logísticas, quitan competitividad y posicionamiento a los productos argentinos, inciden en precios de góndolas domésticas, producen salida de divisas por pagos millonarios en dólares de fletes al exterior, destruyen empleo y como si fuera poco impactan fuerte en la huella de carbono, todo ello hace que tengamos un sistema logístico de cargas ineficiente e insostenible por donde se lo mire.
La producción nacional no puede seguir inmersa en un sistema que actualmente admite exportar por camión a países limítrofes (fruta del valle de Río Negro a puerto de Valparaíso, pescado o papas fritas desde Mar del Plata a Santos Brasil), dos ejemplos bien representativos de la destrucción de las economías regionales. No creo que alcance con quitar canales rojos de procesos aduaneros y eliminar el impuesto país de los fletes de exportación, que sin dudas hay que atender, pero a su vez descontracturar todo el sistema logístico, normado por una maraña de 13 Leyes sancionadas entre 1944 y 2018, más 9 Decretos dictados entre 1992 y 2022, aún vigentes que desalientan la inversión privada.
Los países del mundo toman decisiones que están reconfigurando el comercio global a través de sistemas logísticos colaborativos entre modos: camión, tren y buque, que además incorpora otros dos: el aéreo y los ductos. Es momento de alentar el encuentro entre exportadores, productores, operadores logísticos (portuarios, navieros, ferroviarios y terrestres), empresarios, trabajadores y profesionales. Consensuar medidas concretas y posibles de realizar.
Transitar hacia un nuevo paradigma, basado en dos principios logísticos que rigen en países con extensos litorales fluviomarímos y redes portuarias como en Argentina: Acercar la navegación a sus costas y la producción a sus puertos.
Asumir los retos en forma conjunta, con voluntad, esfuerzo y dedicación e impulsar la inclusión de un programa logístico en agenda pública (Poder Ejecutivo y Congreso Nacional). Es la tarea.
Juan C. Donato – Consultor
De su Blog ARGENTINA Y EL MAR