El representante de una empresa naviera abordó las dificultades burocráticas que implica el cruce marítimo del canal para unir las ciudades de Ushuaia y Puerto Williams, a través de puerto Navarino, en la isla chilena homónima.
Gustavo Gowland, socio de la empresa naviera Hielos Antárticos Argentina SRL, compartió detalles sobre las complejidades burocráticas que enfrenta el cruce marítimo del canal Beagle entre Ushuaia y Puerto Williams a través del puerto Navarino, en la isla chilena homónima. Estas dificultades, que incluyen la demora en la obra portuaria y los trámites burocráticos, generan no pocas complicaciones en la operación de este vital enlace entre ambas ciudades.
Según Gowland, «el problema que existe en este momento es que el puerto de Navarino, donde nosotros cruzamos, no hacemos el cruce directo a Puerto Williams. Nosotros cruzamos Ushuaia-Puerto Navarino y allá tenemos los transfers que los trasladan por tierra a Puerto Williams». Esto significa que el cruce no es directo, lo que puede generar demoras y complicaciones para los pasajeros y la carga.
El inconveniente radica en la obra portuaria en Navarino, que se encuentra en la etapa final. Sin embargo, después de completar la construcción, se deben seguir procesos burocráticos adicionales, como la entrega de la obra al gobierno y la habilitación del puerto, antes de que el cruce pueda funcionar de manera eficiente.
El esfuerzo conjunto entre el gobierno y la Municipalidad de Puerto Williams se ha convertido en un paso importante para acelerar la puesta en marcha del cruce. «La Municipalidad de Puerto Williams, por una cuestión de intereses, tomó cartas en el asunto y va a ser la que va a administrar, en principio, la rampa de llegada para las embarcaciones”, señaló Gowland.
La complejidad burocrática no es el único desafío. Las normativas nacionales e internacionales que rigen los cruces internacionales añaden un nivel adicional de exigencias y costos. Gowland explicó que «despachar un barco a la Navarino, a Williams, es más o menos como despachar un barco a Sudáfrica. Tenemos que cumplir con normas nacionales e internacionales, en la embarcación como también con la protección de los tripulantes y los pasajeros».
A pesar de las dificultades, la operación de los cruces entre Ushuaia y Puerto Williams se lleva a cabo en aras de la integración regional. Sin embargo, estas operaciones enfrentan limitaciones en cuanto al número de pasajeros y costos debido a la burocracia y las regulaciones.
Gowland al respecto enfatizó: «Nosotros venimos bregando con este tema de los cruces por una cuestión de integración más que negocio. Puerto Williams tiene un poquito limitado lo que tiene que ver con camas. Entonces sí hay un techo, eso no lo vamos a pasar». Además, agregó que el desafío de operar cruces marítimos incluye costos elevados relacionados con la necesidad de agentes marítimos en ambos lados del canal, lo que afecta la viabilidad económica.
A pesar de los obstáculos, las empresas siguen trabajando para superar estas barreras y cumplir con las regulaciones. Gustavo Gowland finalmente puntualizó: «No obstante, vamos a seguir trabajando, vamos a cumplir con las normas. Hace tres temporadas que nosotros lo operamos». La tenacidad en a búsqueda de la integración regional demuestra la importancia del enlace marítimo entre Ushuaia y Puerto Williams.
Fuente: Diario del Fin del Mundo