El debate sobre la política portuaria y de la navegación fluvial y marítima en la Argentina vuelve a escena a partir de la próxima licitación para un nuevo dragado de la vía troncal navegable, conocida mas conocida como Hidrovía. En este sentido se refirió el Presidente del Consejo Portuario Argentino

José «Pepe» Lojo, actual presidente del CPA y presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de la Plata, se refirió a la imperiosa necesidad de dragar el Canal Magdalena pero sobre todo en la necesidad de la planificación portuaria y de la navegación.
Muchos especialistas subrayan que, más allá de esta iniciativa puntual (el dragado de la Vía Navegable Troncal o Hidrovía Paraná-Paraguay), no se advierte una política nacional integral para el sistema de puertos y transporte fluvial y marítimo. En ese marco, se discute si la licitación responde a una lógica comercial de corto plazo o si forma parte de una planificación más amplia, con objetivos y criterios definidos que orienten las decisiones públicas y privadas.
El también Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata afirmó, en diálogo con infolaplata, que no hay una política de la Nación con respecto a los puertos.
Según Lojo «Un esquema de puertos y navegación debe considerar la continuidad hasta el mar. En ese sentido, se discute la necesidad de incluir la salida marítima como parte del diseño de la Hidrovía, con el Canal Magdalena como una de las alternativas mencionadas en el debate público».
La lógica detrás de esta postura es que no basta con optimizar el tramo interior si no se asegura la funcionalidad completa del corredor logístico, desde las terminales fluviales hasta la conexión oceánica.
Hoy los buques de ultramar deben desviarse en «El Codillo» tomando el canal «Punta Indio» que lo lleva directamente al puerto de Montevideo, que ha sido beneficiado por el Gobierno Argentino (Javier Milei firmo el decreto de autorización) que autoriza al puerto uruguayo a dragar su canal de acceso a 14 metros, reserva que oportunamente se había quedado la Argentina para asegurar la plena operatividad de sus puertos marítimos.

Si nuestro paìs dejara sus disputas internas y la Nación por si o por acuerdo con la Provincia de Buenos Aires (pidiò se le transfiriera la potestad para hacer la obra con fondos propios), dragara el Canal Magdalena, los primeros beneficiados serían las navieras que tendrían acceso a la línea de navegación marítima en forma directa, pudiendo operar con los puertos de La Plata, Necochea o Bahía Blanca sin necesidad de pasar por Montevideo.
Finalmente, más allá de las posiciones, el tema pone en primer plano la importancia de la planificación estratégica, la coordinación institucional y la participación efectiva de los distintos sectores.
Un proceso que garantice diálogo transparente puede contribuir a decisiones más sólidas, con beneficios económicos sostenibles y menor incertidumbre social y ambiental, priorizando en forma general el complejo portuario argentino, por encima de beneficios particulares de escaso componente técnico.
El escuchar a todos los actores en general, la respuesta técnica oportuna en cada caso se requiera y el intercambio público de información resultan claves para construir consensos en una infraestructura crítica para el país.