El secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación, Daniel Scioli, hablo con LU.6 Radio Atlantica (propiedad del grupo La Capital) y volvió con una historia tan vieja como su militancia en el Kirchnerismo y tan devaluada como la Terminal de Cruceros de la Escollera Norte.
El funcionario de LLA, afirmó que el país ha recuperado competitividad en el mercado de cruceros y deseó “que se pueda dar ese gran anhelo” que él tiene “para que los cruceros que salen de Buenos Aires y van a Puerto Madryn y después siguen a Ushuaia puedan recalar en Mar del Plata en algún momento”.
Puntualizó que algunos de ellos “trasladan a 4000 pasajeros”. Y apuntó: “Imagínense el impacto que tienen cuando bajan en cada una de estas ciudades y se reabastecen”.
Scioli también marcó la necesidad de que el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof “hagan el esfuerzo” por “encontrar puntos de coincidencia”, porque de lo contrario la provincia de Buenos Aires va a “perder oportunidades”, como ocurrió con el caso de la planta de GNL (Gas Natural Licuado). Scioli sabe, mejor que nadie, que esto es una utopía, toda vez que el gobierno Nacional, ha decidido poner de rehenes a los bonaerenses en su pelea con el Gobernador, en el que ve (o lo ha elegido como) un adversario de peso en el 2025.
Scioli, sabe que lo que dice con respecto al turismo crucerista es una fantasía. Argentina se ha convertido en un país caro en dólares, y lo que hoy se esta viendo en materia de arribos de grandes buques, responde a una planificación de las empresas con mas de dos años.
El funcionario nacional tiene una necesidad imperiosa de mostrarse como un un hombre de gestión, por eso participó junto al Ministro de Transporte de la Nación, Franco Mogetta, El Interventor de la Administración General de Puertos, Gastón Benvenutto, y al Jefe de Gobierno de la CABA, Jorge Macri, en una simpática puesta en escena, para inaugurar una frecuencia de lancha de pasajeros, por el «Riachuelo» de 30 cuadras de longitud, anunciandolo como el gran logro turístico de los 9 meses de gobierno de LLA. Como dato de color, vale aclarar que la obra de «Saneamiento del Riachuelo» ni siquiera fue un emprendimiento de algunas de las áreas gubernamentales citadas. La recuperación estuvo a cargo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar), que ha liderado operativos de limpieza en el borde costero y el lecho del río.
La devaluada palabra de Scioli, se agudiza cuando vuelve sobre temas marketineros y fuera de agenda como la posibilidad del arribo de grandes cruceros a Mar del Plata. Esta posibilidad que distrajo una inversión de más de 20 millones de pesos (En el año 2011) durante su gestión como gobernador bonaerense, ya forma parte del pasado. Un pasado de venta de humo, que le costó a la provincia de Buenos Aires muy caro.
La Terminal de Cruceros en la Escollera Norte – Lo que Scioli decía que iba a ser
En mayo de este año, el gobernador Axel Kicillof le puso oficialmente fin al proyecto de la Terminal de Cruceros de Mar del Plata, disolviendo, por decreto, el Consorcio Público Escollera Norte, que tenía como objetivo llevar adelante la iniciativa (catorce años después de su creación).
En los argumentos, el mandatario bonaerense recordó que en 2010 se aprobó el contrato de cesión de uso oneroso mediante el que la Armada le otorgó a la Provincia la cesión de uso temporario de una fracción de terreno y frente de amarre de la escollera Norte, por un plazo de 20 años. El objetivo era “establecer una terminal de cruceros, un paseo recreativo y un corredor nocturno”. En el mismo acto se había suscripto un convenio marco entre la Provincia y la Municipalidad por el cual se creó el consorcio “que estuvo a cargo de la administración y explotación” del área.
Sin embargo, el ente “desde su creación no pudo operar debido a la falta de dragado del sector donde deberían ingresar los cruceros y, por consiguiente, luego de la construcción de la terminal en la escollera Norte, solo se realizaron tareas de mantenimiento del inmueble, pagos relacionados a los cánones de ocupación del predio y tareas administrativas, que fueron financiados a través de subsidios provinciales y municipales”.
Si bien el decreto no lo especificó, fueron innumerables las gestiones para conseguir capitales privados para el desarrollo inmobiliario del sector, fracasando sistemáticamente ante el desinterés de los operadores convocados.
El decreto decía que “no se evidencia actividad alguna por parte del ente, cuyo objeto de origen no resulta posible de cumplir en dichas condiciones”. Por lo tanto, “corresponde se disponga la disolución del consorcio y su posterior liquidación, cumpliendo así las condiciones previstas en el artículo 26 de su Estatuto, aprobado por el Decreto N° 2723/10”.
Lo de Daniel Scioli, no fue un error de calculo, no fue desconocimiento, ni fué impericia. El ex gobernador conoce la actividad como pocos, por eso sorprende la insistencia con una iniciativa que ya fracasó, a no ser, que se trate de darle un nuevo impulso a un «desarrollo inmobiliario«, negocio que hasta el momento, estaría vedado por el gobierno provincial.
Como corolario del desmadre fantasioso de lo que pretendía ser una terminal de Cruceros, se convirtió en la Agencia Regional de la Policía Federal
Por: Redacción I.M.
Realmente el ex gobernador no desconoce esta realidad. Y como muy bien señala el artículo vuelve con afán publicitario,.con propuestas fracasadas. El gobierno de la provincia de Buenos Aires, debería profundizar la política portuaria con un criterio de realidad. El sistema portuario provincial lo merece. Es un buen comienzo desalentar los proyectos inmobiliarios.
Gracias Alberto po tu opinión. I.M.
Se juntaron el hambre y las ganas de comer, como no podía ser de otra manera, este vendehumo se encuentra cómodo con el interventor de AGP, quien ha despedido a 160 trabajadores de planta pero, en cambio, ha cobijado y se asoció a la casta mafiosa que produjo un déficit de 80 palos verdes del dragado, beneficiando a Jan de Nul, y por la que los usuarios de la Hidrovia deberán pagas tasas más caras
Gracias José por emitir tú opinión. I.M.