El buque granelero perteneciente al Registro de República Dominicana, «Azburg», que se hundió el puerto de Mariupol tras ser alcanzado por dos misiles rusos el martes 5 de abril, es un ejemplo de la creciente crisis humanitaria a la que se enfrentan unos 1.500 marinos en buques atrapados en aguas ucranianas.
En una entrevista con American Shipper, Natalie Shaw, responsable de empleo de la Cámara Marítima Internacional (ICS), señaló que personas de 20 nacionalidades están atrapadas en unos 140 buques en la zona de conflicto. Estos hombres y mujeres, dice, tienen poca o ninguna accesibilidad a los reabastecimientos de alimentos, agua, combustible y suministros médicos.
«La entrega de ayuda está resultando extremadamente difícil. Para algunos marinos, los suministros se están agotando. Otros, se están acercando o están al final de su suministro a bordo», dijo Shaw. Además, indicó que los buques tienen cantidades limitadas de provisiones y productos de primera necesidad, como detergente, pasta de dientes y jabón: «Hay una necesidad urgente de reponer estas provisiones en todos los buques atascados», añadió.
Por otro lado, según los responsables del sector marítimo, dos marinos han muerto y cinco buques mercantes han sido alcanzados desde el ataque de Rusia a Ucrania.
En ese sentido, respecto a la posibilidad de evacuar a los marinos, Shaw señala: «Estamos apoyando los esfuerzos para encontrar una solución y estamos estudiando una serie de opciones, pero a medida que la guerra persiste éstas son cada vez más difíciles de realizar. En este momento, lo más seguro es que los marinos permanezcan refugiados en sus buques».
«Los buques atrapados en las zonas afectadas siguen siendo vulnerables», subraya. «La Cámara Marítima Internacional, junto con otras organizaciones internacionales de transporte marítimo, están trabajando estrechamente con las agencias de la ONU para apoyar a los marinos y los esfuerzos para aliviarlos.
Fuente: MundoMarítimo