A pesar de que los servicios subyacentes de Norteamérica-Costa Este de Sudamérica (ECSA) y Costa Oeste de Sudamérica (WCSA) se mantuvieron sin cambios, la combinación de cancelaciones de itinerarios (blank sailings) relacionadas con el Covid-19 y la consolidación de la oferta de servicios de las líneas navieras afectaron la conectividad, señaló recientemente Sea-Intelligence.
Durante las últimas fases de la pandemia, se observó una disminución considerable en las conexiones portuarias directas entre Estados Unidos y Sudamérica.
La consolidación resultó en la pérdida de acceso directo de varios puertos estadounidenses a Sudamérica. Baltimore experimentó la mayor baja en conectividad al perder ocho pares de conexiones portuarias distintas, quedando aislado de Sudamérica totalmente. Houston perdió siete pares de conexiones portuarias distintas, mientras que Charleston perdió tres, con lo que ambos puertos perdieron la conectividad directa con la WCSA. Savannah también se vio afectada al perder 8 pares de conexiones, perdiendo así el acceso directo a la ECSA.
En contraste, Mobile ganó 7 pares de conexiones portuarias, obteniendo acceso directo a la ECSA. La ganancia ocurrió a expensas de Baltimore y Savannah, indicando un desplazamiento de la atención hacia la costa estadounidense del Golfo de México en lugar del Atlántico Norte.
Al parecer, el impacto de la pandemia en las rutas entre América del Norte y América del Sur no se materializó completamente hasta el segundo semestre de 2021. Además, la conectividad en la ruta América del Norte-ECSA permanece por debajo de los niveles anteriores al Covid-19, señalando la persistencia de los desafíos en el sector.
Fuente: MundoMaritimo