La hidrovía del Paraná colapsó durante doce horas este fin de semana a causa de un barco varado entre San Nicolás y Ramallo, lo que restringió la salida de productos hacia el exterior ya que numerosos buques no pudieron dejar sus puertos.
El control de tráfico de San Nicolás, informó de un nuevo caso de varadura que limitó el tránsito en una de las vías navegables naturales de mayor longitud del planeta, informó Noticias Argentinas.
La bajante del río y los problemas con el dragado son en esta época factores limitantes para la circulación e impactan en forma directa sobre la economía nacional.
El barco granelero que quedó varado el sábado, denominado AP Revelin y con bandera de Croacia, pudo zafar finalmente tras la asistencia de un remolcador.
El bulkcarrier de 180 metros de eslora navegaba aguas abajo cargado con 32 mil toneladas de porotos de soja, con destino a Turquía, cuando vio trunco su recorrido por causas aún no confirmadas, casi a la medianoche en el kilómetro 341,8 del cauce.
Por la bajante del río Paraná, que frente a la costa rosarina continúa cómodamente por debajo de un metro (0,60 este domingo a la tarde), hay barcos fondeados y que no salen de puertos como Rosario, Villa Constitución o San Nicolás por el riesgo de quedar varados.
El drama por la bajante del 2020
Los pobladores de las localidades por las que atraviesa el río Paraná en Argentina, Paraguay y Brasil están acostumbrados a vivir con el murmullo del agua. Lo perciben como un «ruido de fondo», una presencia constante que, a principios del año 2020, desapareció cuando se produjo la bajante histórica del río Paraná que llevó a la gente del lugar y a los productores cerealeros a preguntarse qué pasa con el agua.
Fue tan dramática la bajante del comienzo de la década que el paisaje por donde fluye el río se transformó dejando a la tierra desnuda, a la gente caminando por el lecho del río y a varios tramos de la ruta navegable completamente secas.
Funcionarios de la Prefectura Naval Argentina aseguran que la actual bajante no será tan cruel y dura como la que sucedió desde el 2020 hasta el 2022.
Los expertos en clima señalan que se debe a las pobres precipitaciones en Brasil que generaron que el invierno actual sea complicado pero no al nivel del año 2020.
Juan Borus, es responsable del área de pronósticos del INA, y en declaraciones realizadas a la Capital de Rosario, había señalado que «el Paraná se alimenta del aporte de lluvia de Brasil y Paraguay. Se trata, explicó Borus, «de una enorme cuenca de 2,5 millones de kilómetros cuadrados. En un gran porcentaje de esa región, cayó muy poca agua. Apenas unos eventos aislados» explicó el investigador.
Mientras, la administración de Javier Milei, prepara un proceso licitatorio para el dragado y balizamiento de la autopista fluvial. Se prevé un pliego que contenga la posibilidad de dividir la Hidrovía en tramos. De esa manera, se convocarían varios procesos de selección de compañías multinacionales que están interesadas en participar del principal proyecto de obra pública que tiene la Argentina en carpeta.