El pasado 15 de enero, mediante la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 3208/24 , el INAES, dio cuenta de la suspensión de más de ocho mil entidades cooperativas y mutuales por supuestos atrasos en las presentaciones de documentación, tanto fiscal como en materia de estatutos o balances.
«La realidad es que, de la misma manera en que viene procediendo el gobierno de Milei desde su inicio, están actuando con la motosierra, tal como les gusta llamar a estas medidas de desguace del país, con el argumento, siempre dudoso, de cerramos para investigar, en lugar de anoticiar previamente» informa el periodista Ignacio Campos para Infobaires24.
El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) regula a las cooperativas y mutuales de todo tipo, pequeñas y grandes, de Seguros, de Trabajo, Agrícolas, de Salúd o de Servicios. Fue creado por ley y tiene financiamiento propio a través de un tributo que pagan las propias entidades cooperativas y mutuales.
Alrededor de de dos millones y medio de personas están al borde de quedar sin su sustento debido a la medida instrumentada por el presidente de la entidad Eduardo H. Fontenla.
Pero esta medida es solo la punta del iceberg, ya que comentarios del ambiente hablan de un feroz recorte por medio de una «Intervención» que corra de las decisiones a los directores del organismo (el directorio está integrado por representantes de las distintas Asociaciones, Federaciones y Confederaciones) previo al cierre del INAES.
Ahora bien, en medio de estas versiones, el pasado miércoles renunció a su cargo Matías Kelly, uno de los miembros representante del Estado Nacional que integran el directorio del Inaes.
Kelly fue secretario de Economía Social durante el macrismo, en la gestión de Carolina Stanley en Desarrollo Social. Recaló allí por obra del ex dueño de Farmacity, Mario Quintana.
La importancia de la función social de las cooperativas y mutuales es algo que no se discute en ningún lugar del mundo y en muchos países desarrollados, cumplen un rol muy destacado en las economías de los estados, lo mismo que ocurre en la Argentina, en donde vastas zonas, tienen los servicios esenciales merced a la existencia de dichas entidades, sobre todo cooperativas eléctricas y tiempo atrás el servicio telefónico.
Con el primer intento de «desregulación laboral» llevado acabo, por el gobierno Carlos Menem, en la década del 90, tomaron un impulso arrollador las Cooperativas de Trabajo, como medio de ocupación de la mano de obra que desplazaba la contratación formal. Fue el INAES, precisamente el organismo que durante todos estos años, sirvió de muro de contención para esa marea humana que buscaba recuperar sus ingresos de supervivencia.
Pero no fué solo eso, la ausencia del estado en distintas materias, fue ocupada por las cooperativas y mutuales, llevando servicios a lugares inhóspitos, o proveyendo de salúd a quienes no tenían acceso al costo de una prepaga y se encontraba lejos de conglomerados urbanos para asistir a hospitales públicos.
Los alcances de las medida ordenada por Eduardo Fontenla, tendrán consecuencia que serán infinitamente superiores a los daños que se realizaron con los despidos en el Estado. Estas medidas tienen implicancia en terceros generará desempleo, y tendrá efectos nocivos en muchos servicios y obras que se realizan a lo largo y ancho de nuestro país.
¿Se esconde, detrás de las medidas de Fontela, la intención del Gobierno Nacional de borrar la competencia para las empresas privadas? se verá con el tiempo.