Un equipo internacional de científicos ha reunido y publicado las primeras pruebas en video del impacto que generan los anclajes de los barcos en la Antártida. “Las actividades en la Antártida tienen muchas normas estrictas en torno a la conservación, sin embargo, el anclaje de barcos está casi completamente desregulado”, señaló Matthew Mulrennan, fundador de Kolossal, una ONG que investiga sobre la exploración y conservación de los océanos.

Entre 2022 y 2023, los investigadores establecieron que al menos 195 embarcaciones (de turismo, de investigación, de pesca o yates privados) fondearon hasta profundidades que alcanzaron los 82.5 metros. Foto: Pixabay
Un equipo internacional de científicos ha reunido y publicado las primeras pruebas en video del impacto que generan los anclajes de los barcos en la Antártida. “Las actividades en la Antártida tienen muchas normas estrictas en torno a la conservación, sin embargo, el anclaje de barcos está casi completamente desregulado”, señaló Matthew Mulrennan, fundador de Kolossal, una ONG que investiga sobre la exploración y conservación de los océanos.
Justamente Mulrennan, quien también es científico marino, fue el autor principal del estudio que se publicó el domingo (8 de junio) en la revista académica Frontiers in Conservation Science.
“Es la primera vez que se documentan los efectos del fondeo de los buques y los daños causados a las cadenas en aguas antárticas”, agregó el científico.
Por su parte, Sally Watson, geofísica marina del Instituto Nacional de Investigación Acuática y Atmosférica de Nueva Zelanda, agregó que “la documentación está muy atrasada, dada la importancia de estos ecosistemas y la protección que les otorgamos. Los efectos del fondeo están poco estudiados y subestimados en todo el mundo. Es muy importante reconocer y mitigar los impactos en todas las industrias y limitar el fondeo planificado”.

El estudio del equipo de científicos se centró en el periodo 2022 – 2023. Durante este periodo, los investigadores establecieron que al menos 195 embarcaciones (de turismo, de investigación, de pesca o yates privados) fondearon hasta profundidades que alcanzaron los 82.5 metros. Sin embargo, teniendo en cuenta que varios buques operan sin licencia, están seguros de que esta cifra es un sub registro.
En dicho periodo, los científicos utilizaron cámaras submarinos para observar el fondo marino en 36 puntos de la península antártica y la isla Georgia del Sur. En estos lugares, los científicos captaron imágenes en la superficie, a media agua y a un metro por encima del fondo marino.
En general, explican los científicos, “las imágenes mostraron alteraciones del fondo marino y de la vida marina en los lugares donde habían fondeado los buques. En el sustrato del fondo marino se apreciaban estrías, surcos y depósitos de lodo procedentes de la extracción de las anclas. En los lugares alterados apenas había vida marina”.

Mulrennan explicó que hubo puntos en los que incluso observaron que el daño estuvo a punto de afectar tres esponjas volcán gigantes que, de hecho, se cree son los animales más antiguos del planeta, ya que podrían vivir hasta 15.000 años.
“El fondeo es probablemente el problema de conservación de los océanos que más se pasa por alto en lo que respecta a la alteración del fondo marino mundial; está a la altura de los daños causados por la pesca de arrastre de fondo”, concluyó Mulrennan, quien hizo un llamado a profundizar sobre este tipo de actividades.
Fuente: elespectador.com