Serenos de buques sin trabajo, resultado de la desregulación de Sturzenegger/Milei

Desde que que el Gobierno Nacional decidió modificar la normativa que regulaba dicha actividad, la contratación pasó a ser optativa y los barcos que navegan en la zona ya no tienen ningun tipo de control. Pasaron mas de 500 barcos en solo cinco meses y solo quince de ellos fueron contreolados»

Aguas contaminadas, desechos químicos desparramados indiscriminadamente sobre el Paraná, contrabando y sustancias sin control sobre los buques de la costa del Cordón Industrial y un conflicto que parece no tener fin son las consecuencias de una decisión del Gobierno Nacional que elimina la obligatoriedad de contratar serenos para los barcos de bandera extranjeros que surquen nuestras aguas.

A principios del 2025, a través de cambio un normativo, en el DNU Nª 37/2025, el Gobierno Nacional desdibujó la existencia y obligación de contar con el “sereno de buque”. La decisión, no sólo afectó a cientos de trabajadores a nivel nacional que de un día para el otro perdieron su principal fuente de trabajo, sino que, la medida también elimina un control básico sobre los barcos de bandera extranjera en el río Paraná. Es decir, desde enero no hay nadie que detecte ni denuncie formalmente, eventuales derrames de líquidos, acciones de contaminación, contrabando, trata de personas o narcotráfico. Ya pasaron seis meses y la situación parece agravarse cada vez más.

Vale recordar que, el sereno de buque es un civil, auxiliar de la Prefectura Naval Argentina (PNA), que desarrolla su tarea en el interior del barco y es contratado por la agencia marítima extranjera responsable desempeñando el papel de vigilancia general a bordo de los buques, controlando la mercadería que se embarca o desembarca, como así también las actividades que se desarrollan a bordo y el control del personal que ingresa.

Además, cumplen una función fundamental en términos ambientales, ya que también estaba dentro de sus tareas la de advertir y prevenir a los buques que arrojaran residuos, generando focos de contaminación, ya sea voluntaria o accidentalmente.

Consorcio de Gestión de Puerto La Plata

El gasto del servicio lo solía afrontar cada empresa privada internacional puesto que su presencia era obligatoria. Si bien ni el Municipio, ni la Provincia ni la Nación debían aportar ni un solo peso para la mantención de esta tarea, el gobierno de Javier Milei decidió intervenir y la actividad pasó de ser obligatoria a ser opcional «El resultado: unos 70 trabajadores de los puertos de San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes sin trabajo y un estado de incertidumbre permanente«.

Pese los numerosos reclamos, la situación sigue igual. «Seguimos insistiendo porque no nos han echado, pero tampoco estamos trabajando, o sea, somos opcionales para el nuevo decreto. En definitiva, a bordo no va nadie, no queda nadie de seguridad y están pasando todo este tipo de irregularidades, algunas salen a la vista, pero la mayoría no», declaró, en diálogo con Conclusión,  Nicolás Trempos, sereno de buque del Cordón Industrial.

Trempos remarcó: «Nosotros en este momento estamos sin trabajar, desde hace 6 meses, empezamos a hacer procedimientos legales en la zona para revertir esta situación, y estamos a la espera de eso, para volver a recuperar nuestra fuente de trabajo. El problema es que, al no estar despedidos, no podemos cobrar indemnización alguna. Pasaron más de 500 barcos en estos meses, entre el corredor de San Lorenzo a Arroyo Seco y solo dos agencias marítimas nos han convocado, para 10 o 15 barcos, en este período de cinco meses. Solo algunos nos llaman esporádicamente. Queremos destacar que nosotros hemos trabajado por lo menos 29 años, ininterrumpidamente, sin problemas ni con las agencias, ni con la prefectura».

Los serenos son trabajadores especializados, habilitados por la Prefectura Naval, después de cumplir varios requisitos y rendir un examen. Se encuentran permanentemente en lista de espera y prestan sus servicios embarcados en un buque amarrado (con bandera de otro país) por ocho o doce horas. Cobran de las navieras hasta que el buque zarpa y vuelven a aguardar por una nueva demanda.

En tanto, la presencia de los mismos debidamente regulados y capacitados contribuye también a la prevención de delitos como el contrabando, tráfico de sustancias prohibidas, entre otros delitos que pueden generar graves consecuencias a la ciudad de Rosario, y a nivel federal. Aunque para el gobierno nacional, eso pasó al olvido.

Fuente: Conclusión.com

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