Pérdida de contenedores en el mar persiste producto de fallas logísticas y condiciones marítimas impredecibles

El 1 de agosto de 2025, el “Ever Lunar” perdió 50 contenedores en la bahía de Callao. Días antes, el “Ever Feat”, también operado por Evergreen, registró la pérdida de entre 30 y 40 contenedores frente a las costas de Brasil y Uruguay. Estos incidentes se suman a una problemática que continúa afectando al transporte marítimo de contenedores, pese al uso de buques de mayor tamaño, software avanzado y décadas de experiencia operativa.

Shipping and Freight Resource apunta a que, aunque tradicionalmente se asocia la pérdida de contenedores a condiciones meteorológicas extremas o a la inestabilidad de buques pequeños, las naves involucradas en estos casos no enfrentaron tormentas ciclónicas ni fenómenos atípicos. Los eventos ocurrieron en condiciones consideradas moderadas, lo que cuestiona la relación directa entre el mal tiempo severo y este tipo de incidentes.

Datos científicos muestran que el comportamiento del mar es ahora menos predecible. Desde la década de 1980, la altura de las olas ha aumentado entre 0,5 y 3 centímetros por año en regiones como el Pacífico Sur, el Océano Austral y la costa occidental de Sudamérica. En algunas zonas, la altura de ola de referencia para el diseño de buques ha crecido hasta un 8%. Además, oleajes más intensos provenientes del Océano Austral impactan costas como las de Perú y Chile, afectando zonas de fondeo y operaciones portuarias.

El informe 2025 del World Shipping Council indica que entre 2020 y 2023 se perdieron en promedio 661 contenedores por año. En 2024, la cifra alcanzó 576 unidades, un incremento respecto a 2023 (221), aunque por debajo del promedio de 1.274 de la última década. Cerca del 35% de las pérdidas en 2024 (alrededor de 200 contenedores) se produjeron cerca del cabo de Buena Esperanza, tras desvíos masivos de rutas debido a la crisis en el mar Rojo. 

Si bien el Pacífico Norte continúa siendo la región con mayor número de pérdidas debido a las largas travesías y tormentas invernales, otras áreas como el Atlántico suramericano y la costa sudafricana presentan un aumento de incidentes. En estas últimas, el incremento de tráfico por rutas alternativas y la interacción de sistemas de oleaje han generado nuevas zonas de riesgo.

Investigaciones recientes señalan que la causa de las pérdidas puede estar vinculada a deficiencias en la cadena logística, más que al tamaño del buque. Entre los factores identificados se encuentran inspecciones de amarre previas al viaje no uniformes, uso limitado de sistemas inteligentes de sujeción, respuestas tardías de la tripulación ante balanceos en fondeo, embalaje inadecuado de la carga, declaraciones erróneas de peso y deterioro de la integridad de los contenedores.

Las cifras y condiciones descritas plantean interrogantes sobre los procedimientos actuales de seguridad y la adopción de herramientas predictivas en la industria. Especialistas coinciden en que la pérdida de contenedores no solo implica costos asegurados, sino que también revela vulnerabilidades en la cadena de transporte marítimo global.

Por MundoMaritimo

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