La Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina se encuentra en estado de alerta y movilización con asambleas en todos los puestos de trabajo de la zona.
«Este conflicto surge debido a que la Cámara de Puertos Privados Comercial dio por finalizado el diálogo de acuerdos paritarios, dando así curso a una oferta cerrada donde cuyos valores no alcanzan a cubrir el mínimo progreso inflacionario y donde se evidencia un ajuste salarial para las y los trabajadores Portuarios provocando la pérdida del poder adquisitivo», señalaron desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) Regional Zárate-Campana, quienes acompañaron el reclamo en los puertos.
Quienes integran la comisión regional de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte aseguran que ante estas medidas tomadas por el sector empresarial «no sólo se están avasallando los derechos laborales por un salario y condiciones dignas de trabajo, sino que también hacen caso omiso al no respetar que las paritarias son un instrumento del derecho laboral que permite y por sobre todo obliga a las partes involucradas en una relación de trabajo a reunirse con regularidad a debatir condiciones, derechos y obligaciones, donde no hay lugar para una Oferta empresarial cerrada, si no que deberían bregar por un diálogo continuo y un acuerdo que se ajuste a la situación económica que suscitan en estos tiempos».
Los puertos de Zárate-Campana forman parte del corredor Central del Mercosur, que vincula las principales ciudades y puertos del Cono Sur – San Pablo, Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Rosario, Santiago de Chile y Valparaíso en el Pacífico. Las patronales que operan allí monopolizan el último tramo de la Hidrovía. Sobre este corredor industrial se destaca un amplio conjunto de complejos industriales siderúrgicos, metalúrgicos, automotrices, petroquímicos y agrícolas. Más del 70% de los volúmenes operados en los puertos argentinos utilizan estas vías navegables, que son además las rutas de entrada y salida de la mayor parte del comercio exterior argentino.
La FEMPINRA negocia una paritaria “por rama”, es decir terminal por terminal, en lugar de aglutinar todos los reclamos paritarios de todas las terminales portuarias. Esta negociación por rama lleva a los trabajadores a una dispersión en sus luchas salariales, permitiendo que la burocracia y las distintas cámaras patronales negocien salarios a la baja en distintas épocas del año, mientras la espiral inflacionaria no se detiene.
Lo que no está en “negociación” es la inmensa cantidad de trabajadores que se encuentran precarizados en el conjunto de los puertos del país y, en especial, en los puertos de Zárate-Campana. Existe un sinfín de empresas tercerizadas que mantienen a los trabajadores con contratos de tipo jornalizados o mensualizados, cuyos salarios corren por detrás de cualquier negociación paritaria.
La lucha salarial del conjunto de los trabajadores portuarios se haría fuerte en la medida que se desarrollen asambleas por terminal que confluyan en una asamblea general de todas las terminales y gremios portuarios. Es la única forma de superar a una Federación Portuaria que, en lugar de aglutinar a los trabajadores, negocia terminal por terminal.
La primer medida que tomaría una asamblea general, indefectiblemente, sería la garantía de trabajo para los 800 trabajadores de la Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires, que se encuentran en lucha desde hace 2 años.