La actividad, organizadas por el Proyecto MaRes junto al CENPAT-CONICET, universidades y organizaciones de la sociedad civil, reunió a investigadores, empresas, autoridades y equipos técnicos para abordar uno de los desafíos clave de la pesca moderna: la gestión responsable de los residuos derivados de la actividad pesquera.

La participación de CAPIP en estas jornadas, se enmarca en el acuerdo pionero firmado en octubre de 2025 en Puerto Madryn junto al municipio, empresas del sector y organizaciones ambientales enmarcadas en el proyecto Mares, que inauguró una agenda común para mejorar la gestión y la valorización de los residuos pesqueros.
La intervención de Sebastián De Haro, en representación de CAPIP, constituye una de las primeras acciones concretas posteriores al acuerdo, consolidando un trabajo sostenido de articulación público–privada y académica.
De Haro explicó que los buques —congeladores y fresqueros— operan bajo un Plan de Gestión de Basura, que establece cómo deben clasificarse, almacenarse y registrar los materiales generados en navegación. La separación se hace a bordo, pero el circuito debe completarse en tierra. Allí todavía hay desafíos.”, señaló De Haro.
El representante del Grupo San Isidro, agregó que este es uno de los puntos clave en los que CAPIP está trabajando junto al Puerto de Madryn en el marco del proyecto Puerto Azul, donde la correcta recepción, segregación y disposición final de los residuos debe estar garantizada. “La actividad involucra a muchos actores —empresas, estibadores, transportistas, autoridades portuarias— y es un proceso que requiere coordinación. Pero estamos avanzando: cada uno, desde su rol, se va adaptando y contribuyendo a fortalecer una agenda ambiental que hoy es indispensable para toda la industria pesquera”.

De Haro se refirió a los cajones plásticos utilizados en la operatoria pesquera, un insumo fundamental pero que representa un costo significativo para las empresas. Explicó que, pese a los cuidados, algunos cajones pueden perderse durante las maniobras o por condiciones climáticas adversas como grandes tormentas en altamar.
“Un cajón es un activo: cuesta producirlo, cuesta reponerlo y cuesta gestionarlo. Por eso trabajamos para reducir esas pérdidas. A veces el mal clima juega en contra, pero en otros casos son procedimientos que podemos mejorar nosotros mismos”, señaló. CAPIP destacó que el sector está avanzando en ajustes de prácticas, mejoras en amarre, almacenamiento y manipulación, y en sistemas de registro que permitan reducir la pérdida de materiales y mejorar la trazabilidad de todos los elementos de la operación pesquera.
Asimismo, de Haro remarcó que la industria cuenta desde hace años con circuitos formales de reciclado de cajones, redes y otros materiales plásticos, en articulación con empresas especializadas y gestores ambientales. Estos circuitos permiten reincorporar materiales al ciclo productivo y reducir la generación de residuos.
La participación de CAPIP en las jornadas de residuos de origen pesquero reafirma el compromiso del sector con la economía circular, la transparencia ambiental, la articulación con ciencia y academia y la mejora continua de las prácticas en tierra y a bordo.
Con acuerdos firmados, espacios de trabajo activo con el Municipio y el Puerto de Madryn, y la colaboración permanente con organismos como el CENPAT, Prefectura y el OSPA, CAPIP consolida una agenda ambiental integral, técnica y basada en evidencia, que seguirá ampliándose en los próximos meses.