Así lo definió Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, refiriéndose al permiso que le otorgó el Gobierno Nacional a la empresa Oiltanking Ebytem para hacer trabajos de remolque con trabajadores europeos.
Moreno fué mas allá de lo que se puede definir como un conflicto meramente gremial, aclarando que «no se trata de un remolcador, se trata del principio de la desaparición de la flota nacional».
El conflicto nació el pasado 21 de febrero, 5 días después de que zarpara el remolcador de altamar «ALP Striker», con bandera de Países Bajos y perteneciente a la mencionada firma, desde el Puerto de Las Palmas, en España, con destino a nuestro país. Específicamente para operar en el Puerto de Rosales, en Bahía Blanca, con la «supuesta» intención de recuperar la operatividad de la monoboya Punta Ancla.
«Desde el sector marítimo venimos luchando hace años para una Ley de Marina Mercante, que cuando vio la luz en el Congreso el expresidente Mauricio Macri vetó los artículos que verdaderamente le daban impulso al sector», explicó el dirigente gremial a la prensa, para afirmar que «Hoy Franco Mogetta le abre la puerta al mundo y nos lanza a una competencia que claramente vamos a perder».
Para Moreno, este gobierno «dejó de lado la política de recuperación de la flota de bandera y esto congeló las inversiones en nuevos elementos». afirmó.
Desde el sector gremial aseguraron que el país «necesita de la flota para abaratar los fletes, para conectar al interior productivo con los puertos y para transportar el litio, el petróleo, los productos regionales del NOA y del NEA».
Por último el sindicalista que representa a los patrones de cabotaje aseguró que es una clara «violación a la Ley de Cabotaje»