Congestión Portuaria Global: Luces y sombras en la eficiencia operativa

Un informe de S&P Global revela que, en el segundo trimestre de 2025, la eficiencia de los puertos cayó en Europa y Asia, mientras Norteamérica y el Sudeste Asiático muestran signos de recuperación.

La segunda edición trimestral del Global Port Congestion Analysis (Q2 2025), elaborado por S&P Global Market Intelligence, aporta una radiografía clara del estado de los puertos internacionales. El estudio indica que la eficiencia operativa global se redujo, con menos movimientos por hora y un incremento de las horas operativas en varias regiones clave.

Aunque la pandemia ya no explica los cuellos de botella, factores estructurales como el crecimiento del tamaño de los buques, las presiones regulatorias y las tensiones geopolíticas siguen impactando en la fluidez del comercio marítimo.

Europa y Asia, bajo presión.

En Europa del Norte, el informe muestra una caída en la productividad, con procesos de llegada más lentos y menos agilidad en la gestión de escalas. El uso creciente de mega-buques, que concentran mayores volúmenes en pocas recaladas, limita la capacidad de respuesta.

El noreste asiático también refleja problemas: la productividad en muelles cayó y los tiempos de espera aumentaron, especialmente en hubs de alto tráfico como Shanghái, Busan o Yokohama. La saturación y la falta de expansión acorde al volumen se vuelven factores críticos.

Norteamérica y Sudeste Asiático, señales positivas

La otra cara de la moneda aparece en Norteamérica, donde la mayoría de los puertos mejoraron su desempeño.

El caso más destacado es Charleston (EE.UU.), que sobresale por sus inversiones en expansión y digitalización.

En el Sudeste Asiático, la tendencia es aún más clara: Singapur, Tanjung Pelepas, Manila y Port Klang lograron avances significativos en eficiencia operativa gracias a la automatización de terminales, la integración digital y una gestión proactiva de la congestión.

Mediterráneo: un termómetro en alerta 

El Mediterráneo, en cambio, muestra un panorama más complejo: los tiempos de llegada aumentaron y los periodos de permanencia de contenedores (dwell time) se alargaron, signo de congestión creciente. Esto genera preocupación en un espacio clave para el tráfico transatlántico y el comercio euroasiático.

Consorcio de Gestión de Puerto Quequén

El termómetro del “dwell time”

El informe también hace foco en el tiempo de permanencia de contenedores, un indicador que refleja la agilidad de la cadena logística.

  • En Norteamérica y Sudeste Asiático se observaron mejoras notables.

  • En Europa del Norte y Mediterráneo, los números empeoraron o se estancaron.

  • En Asia Oriental, las demoras siguen siendo significativas.

Implicaciones para América Latina

El análisis de S&P Global no solo muestra la situación global: también abre oportunidades para América Latina.

  • Sudeste Asiático marca el camino con modelos basados en digitalización y automatización, replicables en la región.

  • La congestión en Europa refuerza la necesidad de diversificar cadenas logísticas, donde puertos latinoamericanos pueden posicionarse como socios estratégicos.

  • La experiencia de puertos como Charleston demuestra que la inversión en infraestructura “blanda” (sistemas digitales, coordinación intermodal) es tan decisiva como la expansión física.

Conclusión

La congestión portuaria ya no es un efecto coyuntural de la pandemia: es un desafío estructural que define la competitividad del comercio global. Mientras Asia sudoriental y Norteamérica avanzan hacia un modelo más eficiente, Europa y el noreste asiático enfrentan tensiones que ponen en evidencia la necesidad de repensar la planificación y las inversiones. Para los puertos latinoamericanos, el mensaje es claro: quien apueste a la innovación, la eficiencia y la digitalización, podrá capitalizar un lugar estratégico en el rediseño de las rutas globales.

Fuente: S&P Global

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