El Titanic es quizá el barco más famoso de la historia y su memoria se mantiene muy viva gracias a numerosos libros, canciones, películas, exposiciones y memoriales.
Dirigido por el oceanógrafo Robert Ballard, el sumergible Alvin explora y toma imágenes de los salones del Titanic, 74 años después del hundimiento del lujoso crucero en el océano Atlántico.
El Titanic, fue construido entre 1909 y 1912 en los astilleros de Harland & Wolff de Belfast. Constituía el segundo buque de un trío de grandes transatlánticos (siendo el primero el RMS Olympic y el tercero el HMHS Britannic), propiedad de la compañía naviera White Star Line, conocidos como la clase Olympic.
Entre sus pasajeros estaban algunas de las personas más ricas del mundo, además de cientos de inmigrantes de nacionalidad irlandesa, británica y escandinava que iban en busca de una mejor vida en Norteamérica.
El barco fue diseñado para ser lo último en lujo y comodidad, y contaba con gimnasio, piscina cubierta, biblioteca, restaurantes de lujo y opulentos camarotes para los viajeros de primera clase, así como con una potente estación de telegrafía disponible para el uso de pasajeros y tripulantes. Sumado a todo esto, el barco estaba equipado con algunas medidas de seguridad avanzadas para la época, como los mamparos de su casco y compuertas estancas activadas a distancia.
Sin embargo otras medidas resultaron insuficientes, ya que solo portaba botes salvavidas para 1178 personas, poco más de la mitad de las que iban a bordo en su viaje inaugural y un tercio de su capacidad total de 3547 personas.
La expedición de Ballard, inspiró al cineasta James Cameron a hacer un documental sobre el trágico naufragio. En 1997 se estrenó Titanic, una de las películas más taquilleras de la historia.