El Gobierno está dispuesto a tratar una reforma que contemple una ampliación de la jornada laboral. Lo hará sobre un proyecto del diputado Martín Tetaz (UCR) que cuenta con el visto bueno del secretario de Trabajo, Julio Cordero.
“A muchos en el Gobierno les parece muy interesante mi proyecto de explorar jornadas laborales alternativas”, afirmó Tetaz, tras haber recogido en el Ejecutivo la confirmación de un intento del oficialismo que quedará, por ahora, sujeto a un eventual guiño de la CGT.
El diputado aseguró estar dispuesto a concurrir a un espacio de concertación con empresarios y sindicalistas: “Cordero me ofreció esa posibilidad y le dije que sí, que estábamos avanzando en la construcción de un dictamen de mayoría en la comisión”.
El proyecto consiste en la adopción de un “régimen optativo de jornada laboral alternativa” no sujeto a las actuales limitaciones normativas que fijan un máximo de 8 horas de prestación diaria y 48 horas semanales.
Para la prueba piloto bajo estudio se requerirá del consenso del sindicato correspondiente plasmado en un convenio colectivo y se prevé fijar un plazo de vigencia de las nuevas condiciones de tres a seis meses con la posibilidad de reversibilidad a la jornada preexistente en caso de no haber satisfacción de las partes al cabo de ese período.
El plan guarda similitudes con el artículo 79 del capítulo laboral del DNU 70/23, frenado por un amparo judicial, que habilitaba la constitución de bancos de horas o alteraciones en la extensión de la jornada en cada convenio con la sola limitación de un descanso mínimo de 12 horas entre un día de trabajo y el siguiente.
“El proyecto tiene varias ventajas. Les permite a las partes explorar jornadas laborales alternativas, fijar cuatro días de trabajo y tres de descanso o reducirlas a cambio de un compromiso de productividad. Creamos el instituto de la prueba durante tres a seis meses con un cambio en las reglas de juego. Si funciona para ambas partes, se mantiene; si no, reversibilidad”, aseguró el diputado radical.
Según fundamentó Tetaz, la iniciativa parte de los “experimentos” que ya comenzaron en otros países como “Islandia, Bélgica, Alemania y Reino Unido”, donde los empleados trabajan cuatro días a la semana y tienen tres de descanso, con resultados positivos.
“La primera experiencia de los países que implementaron jornadas de cuatro días y tres feriados tuvo, como resultado, mucho menos estrés laboral, por lo tanto, menos gente con licencias médicas y un mejor clima de trabajo. Hay muchas razones que nos invitan a abrir esa ventana de oportunidad en Argentina”, resaltó entusiasmado Tetaz.