Carlos Arese, el los últimos días de su gestión como presidente, convocó a celebrar los 30 años de la creación del organismo por efecto de la ley provincial 11011; la celebración fue en el histórico «Edificio del Reloj», en la cabecera de dársena 1 del puerto.
Arese explicó: “El Ente Administrador surge en el año 92, cuando la Nación transfirió los puertos a la provincia. Y las provincias tuvieron que armar una arquitectura jurídica para administrar los puertos. La provincia de Santa Fe, con las autoridades de ese momento, elaboraron la ley 11.011 que se sancionó en julio del 93. Esa misma ley crea este Ente Administrador y el del Puerto de Rosario”.
Y continuó relatando: “A principios de noviembre del 93, se aprobó el estatuto del Ente Administrador del Puerto. Por eso, un día como hoy, pero del año 93, se realizó la primera reunión del Ente Administrador del Puerto. Con la confección del acta n.º 1, donde asumió el ingeniero Olegario Tejedor. Para que vean cuánta agua pasó bajo el puente, ayer en la reunión habitual del directorio del Ente, hicimos el acta 609”, concluyó Arese.
“Esta noche invitamos a Olegario Tejedor, primer presidente del Ente, al Dr. Juan Carlos Mercier, ministro de Obras Públicas de ese momento, al ingeniero José Weber, que era ministro de la Producción. También al escribano Edgar López, que era fiscal de Estado y tuvo una activa participación en la elaboración y en la sanción de la ley”.
Estuvieron presentes Edgard López, referente legislativo de la norma; Juan Carlos Mercier y José Weber, ministros de la gestión de Carlos Reutemann que impulsó la ley y Herbert Norman, directivo del organismo desde su creación.
López repasó los defectos de la norma, que se compensa con «la buena gente»; habló de institucionalidad por la participación de entidades intermedias y del hallazgo de un directorio en el que el poder de veto de un titular designado por el gobernador, compensaba el hecho de que los actos emanados del Ente no constituyen actos administrativos (son sometidos a revisión en la justicia ordinaria).
Mercier pidió advertir que la política debe administrar en el contexto de lo que recibe, y recordó los pasos del Plan Bonex, la reforma y emergencia del Estado y ley de Convertibilidad, como contextos (con similitudes al presente) por los que debieron hacerse cargo del puerto bajo decisión de Reutemann, a cuya prudencia resalto especialmente.
Por su parte, Weber reclamó a su turno la necesidad de repasar las normas que regulan la actividad fluvial del país, que están atrasadas y son el medio por el cual el puerto santafesino queda relegado en un contexto en el que hay posibilidad y necesidad de contar con un efector en el mundo logístico actualizado en beneficio de la economía regional. También recordó a la figura del por entonces intendente Jorge Obeid y su decisión de derribar el muro que separaba al predio portuario de la percepción de los santafesinos.
Norman resaltó la posibilidad de llevar los muelles sobre el canal navegable troncal para saldar la necesidad de remolcadores que aquél proceso de los ’90 se llevó de Santa Fe y para obtener escala de «ultramar» a la altura del viejo puerto de principios de siglo.
Arese, termina su gestión dejando los silos en plena actividad, así como la terminal de combustibles y la de contenedores en condiciones operativas, además del canal de acceso recién dragado y el master plan en desarrollo, agradeció especialmente a quienes lo acompañaron en el directorio; Herbert Norman, Mariano Granato, Ignacio Mantaras, Guido Francisco Montes De Oca, Daniel Pignolo, Julio De Biasi y Javier Gutierrez.