«Éramos brizas de multitud y el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente, como la brisa fresca del río» de esta manera Raúl Scalabrini Ortiz, definía aquella jornada del 17 de octubre de 1945 donde un pueblo salió a la calle y marchó a la mítica Plaza de Mayo.
Quizás las motivaciones sean otras, hay sí, un único líder a defender que no es un hombre de carne y hueso, son todos los hombres y mujeres de nuestra patria. Este 24 de enero quedará registrado en la historia de la Argentina, como el día que un pueblo se «sublevo» a la venta de su patria.
Hubo otros momentos históricos, pero éste será particular y distinto por que nunca en nuestra corta historia como país, en tan solo 43 días de gobierno, un presidente elegido democráticamente provocó que el pueblo se revelara a la intención de quedarse con el poder absoluto saltando los procedimientos constitucionales para emprender un camino de ajuste a la clase trabajadora, a las pequeñas y medianas empresas, a los productores, a los jubilados, a las economías regionales, y privilegiando al 3 % de la clase mas rica de la Argentina, y por promover la venta de los bienes del estado.
Estoy seguro que Scalabrini Ortiz hubiese titulado este momento como «la parte II del subsuelo de la patria sublevado» por que claramente ha sido el pueblo el que se ha dicho presente en la plaza de los Dos Congresos para decirle al presidente «Así no», no es lo que este pueblo esperaba de su presidente, que cambie el rumbo a tiempo, antes de hacerle mas daño al pueblo que lo ha votado para que lo represente.
No se arregla reprimiendo, coartando derechos, hambreando, violando la Constitución, queriendo pasar por arriba a las instituciones, ajustando al pueblo, coartando las libertades individuales de los ciudadanos, es justamente al revés. Nuestro pueblo es pacífico y solo pretende ser feliz, pero cuidado no lo subestimen. Este pueblo, este 24 de enero, solo ha avisado que no se va a quedar con los brazos cruzados mientras destruyen nuestra patria, no habrá «fuerza terrenal ni del cielo» que pueda detener a un solo argentino al que le vulneran sus derechos.
La consigna ha sido «La Patria no se VENDE, la Patria se DEFIENDE» y ese ha sido el mensaje resumido que los trabajadores organizados, los movientes sociales, los jubilados, y autoconvocados llevaron a la Plaza de los Dos Congresos, quisieron darle a los legisladores nacionales, antes de votar lo que sería el certificado de defunción de nuestra soberanía, los derechos logrados con luchas durante mas de 80 años.
El pueblo le ha dicho NO a rifar la plata de los jubilados, la ciencia y los científicos, la cultura en todas sus formas, la educación y los educadores, las empresas del estado, nuestra juventud, los recursos naturales, los derechos de los trabajadores, la salud pública, las empresas nacionales, y las Pymes.
El pueblo le ha dicho que la Justicia Social hay que profundizarla y agregarle mas derechos, en definitiva le piden a sus legisladores que no voten ni el «DNU ni la Ley ómnibus«, aquel que lo haga actuará en contra y estará traicionando de los intereses del pueblo que los votó.
Ricardo Alonso
Informe Marítimo – www.informearitimo.com
Excelente. Somos contemporáneos. Accedimos a la política en la época de «Patria o Colonia». No se habían acallado los ecos de la generación de Forja. Vivía Don Arturo Jauretche y por ese entonces publicaba su Manual de zonceras» y el General Perón llegaba definitivamente desde Madrid.
Después de largos años de sufrimientos y esperanzas siempre renovadas, nos vuelve a interpelar el subsuelo de la Patria que tan bien aludiera Scalabrini. La Patria no se vende. Cada vez que la furia colonial nos provoque levantaremos las mismas banderas
como siempre excelente reflexión Alberto