Por: Juan Carlos Donato – El 1° de noviembre de 2022, expuse en reunión de empresarios y trabajadores portuarios de Mar del Plata sobre la oportunidad que representa la exploración offshore para el puerto local, ciertamente se encuentra ante una decisión histórica: cambiar su actual matriz productiva y logística dependiente de la pesca y proyectarse como puerto multimodal.
Ayer martes 11, llamado telefónico mediante, un permisionario y profesional de la actividad portuaria de Mar del Plata me transmite la creciente preocupación por la escasa zafra del calamar y referencia la llegada de un buque potero con solo 150 pastillas de calamar (bloques de pescado congelado de aproximadamente 20 kilos) y que los barcos con la poca pesca existente están descargando en puertos patagónicos. Es sabido que cuando eso sucede, el puerto marplatense sufre.
A la merma productiva del puerto local, se suma lo que venimos advirtiendo desde que se publicó la exploración petrolera, offshore de los bloques CAN 100 – 102 Y 114, en la costa bonaerense y es que, entre las terminales portuarias de Mar del Plata, Quequén y Bahía Blanca, se definirá el futuro hub energético de argentina.
Los “especialistas” de siempre, subidos a la ola eufórica que produce el histórico fanatismo por la ciudad, basado en su belleza e infraestructura hotelera y gastronómica; y no en conocimientos técnicos e investigativos, se pasean por los medios de prensa imaginando una nueva Mar del Plata con 25.000 puestos de empleo, dicen unos que será la Dubái del sur, pregonan otros.
Las recientes declaraciones del Presidente del Consorcio Portuario de Quequén, Jorge Álvaro enciende algunas alarmas, sobre todo en quienes vivieron en carne propia la migración de la carga de granos al vecino puerto de la ciudad necochense en los 80 y 90. El predio de silos y elevadores, que hoy se utiliza para recitales es mudo testigo de lo que se perdió.
Álvaro deja bien claro que Quequén competirá y además suma a Bahía Blanca como opción de puertos base y agrega: “Nuestro puerto está mucho mejor preparado para recibir buques de gran porte y tenemos muelles como para albergar en forma alternada uno o dos barcos. Tranquilamente podríamos cumplir el rol de puerto de asiento logístico de embarcaciones para el mantenimiento del yacimiento. También nuestro acceso ferroviario sería mucho más sencillo que poner activo el de Mar del Plata”.
Analizando las declaraciones de Álvaro, hay que decir que tiene cierta razón en poner de relieve la infraestructura de ese puerto, porque además hoy es el puerto argentino de aguas profundas. A Bahía Blanca, que no lo favorece la lejanía con las áreas petroleras a explorar, pero tampoco hay que descartarlo porque ya es un puerto energético, con instalaciones acordes e inversión tecnológica. Es hora de pensar seriamente un proyecto portuario productivo para el puerto marplatense y dejarse de especulaciones sin respaldo y no continuar de proyectando centros comerciales en los pocos espacios disponibles existentes.
Las autoridades portuarias de la Provincia, no debieran mirar de afuera esta absurda competencia entre puertos vecinos y contenerlos con un proyecto integrador, de complementación y no de competencia como se hace en países con mucha menos infraestructura que el nuestro.
El Intendente marplatense tendrá que dejar de atentar contra la ciudad presentando medidas cautelares que judicializan y traban el inicio de las operaciones offshore y sumarse al esfuerzo del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires para comenzar a transitar un camino certero. Mar del Plata es la ciudad con mayor desempleo en Argentina, según las cifras publicadas en marzo por el Indec.
Juan C. Donato
Foto de Portada: Aérea del Puerto Quequén