La acuicultura continental y la marina, si se adoptan de manera estratégica, contribuyen a preservar la pesca extractiva. Así concluye un estudio en el que se analiza el papel tanto de la acuicultura domesticada y la basada en la recolección de especies silvestre del medio.
A pesar de este potencial de reducir la presión sobre los bancos pesqueros silvestres, los métodos actuales “no están necesariamente alineados con esta visión sostenible”, como señalan los autores del estudio.
En el estudio se han clasificado 203 especies marinas en base al sistema de producción: captura de ciclo abierto, o de reclutamiento de especímenes silvestres; y acuicultura domesticada de ciclo cerrado, basada en la reproducción controlada.
Investigadores proponen analizar la contribución de la acuicultura a la preservación de las pesquerías silvestres
Uno de los mayores aportes de este estudio es el marco propuesto por los investigadores para evaluar qué especies y qué tipos de acuicultura son las más beneficiosas desde el punto de vista ecológico. A su vez, destacan aquellas que podrían incrementar de manera contraproducente las presiones sobre las poblaciones silvestres.
Después de aplicar un modelo de análisis de datos, los investigadores encontraron evidencias que sugieren que las prácticas acuícolas actuales “no están necesariamente ayudando a reducir la pesca a niveles sostenibles para sus contrapartes salvajes”.
Sin embargo, hay esperanza. Como señalan, algunas especies capturadas en estado salvaje, con 87 especies equivalentes, se produjeron en cambio a través de la a través de acuicultura basada en captura de especímenes silvestres.
Teóricamente, según el estudio, casi un millón de toneladas extra podrían permanecer en estado salvaje, sin reducir la producción de productos del mar. Por otro lado, al reducir la dependencia de las entradas de semillas salvajes y cambiar a la producción de acuicultura de ciclo cerrado, el estudio sugiere que, con menos del doble de la acuicultura de las especies sobreexplotadas, podríamos ayudar a llenar el «vacío de producción» para respaldar la pesca en niveles máximamente sostenibles.
Más allá de las consideraciones ecológicas, como los escapes de especies de cultivo al medio salvaje, y las económicas, como la sustitución en el mercado, este estudio arroja luz sobre un vínculo biológico crítico entre las pesquerías silvestres y la acuicultura. El objetivo es mejorar la gestión y alineación de estos sectores vitales, buscando un equilibrio entre la producción y la sostenibilidad.
Este hallazgo representa un avance significativo para el sector de los productos del mar, ofreciendo un enfoque equilibrado entre la producción y la sostenibilidad ecológica, y promoviendo la adopción de prácticas más responsables y conscientes en la industria pesquera.
Fuente: mispeces.com