El suministro de contenedores para el transporte marítimo, en número suficiente y disponibles en los lugares donde se requieren, se ha convertido en un desafío debido a las fuertes exportaciones de Asia, la congestión en los grandes centros de transbordo de contenedores y la disminución de la productividad de estos envases como consecuencia del incremento en el tiempo de tránsito por la crisis del Mar Rojo y el itinerario por el Cabo de Buena Esperanza.
Según la consultora Drewry, la disponibilidad de contenedores high-cube de 40 pies en particular, ha devenido cada vez más escasa puesto que son necesarias más unidades para mover el mismo volumen de carga. En los primeros siete meses del 2024, se entregaron 1,4 millones de contenedores, frente a las 125.000 unidades del mismo periodo del 2023, lo que indica un aumento de diez veces interanual.
Esta es la causa de que el año 2024 será el segundo año registrado de mayor fabricación de contenedores de carga seca, impulsado por la producción trimestral más alta de todos los tiempos en el segundo trimestre del año, hasta los 850.000 teus. Añadir la producción de contenedores de carga seca y refrigerados de julio en las fábricas chinas, quienes informan que su cartera de pedidos está completa hasta mediados de octubre.
La producción de contenedores reefer también aumentó en el segundo trimestre, aunque sus cifras se han mantenido en el rango de los últimos trimestres. Esto es debido a que la carga refrigerada disminuyó el pasado año en un 0,7% en el comercio mundial de buques refrigerados marítimos, tras el descenso interanual del 1,5% en el 2022 y que señala la relativa debilidad del sector.
En el año pasado, antes del inicio de los recientes problemas de la cadena de suministro, el volumen de carga refrigerada en rutas que normalmente incluirían el Mar Rojo había caído más de un 5% interanual. Vale aclarar que las carteras de pedidos de los fabricantes están completas hasta el próximo mes de octubre.
Fuente: el canal – Marítimo y Logístico