Como viene, reiteradamente, anunciando las cámaras empresarias, el sector pesquero enfrenta una crisis que mantiene a los barcos amarrados, a pesar de la apertura de la temporada de langostino. Las empresas del sector decidieron no iniciar la actividad.

Los empresarios denuncian que la carga impositiva es asfixiante. Afirman que las retenciones y los Derechos Únicos de Extracción (DUE) afectan la competitividad. Según se denuncia, los costos de operación superan los ingresos y la actividad se vuelve inviable.
El marco laboral tampoco ayuda. La actividad se rige por un convenios desactualizados, que encarece la operatoria. Según las cámaras, «el costo de una tripulación en Argentina equivale al 60% de la producción», mientras que «en el mercado internacional, representa solo el 33%» expresan las empresas.
Esta versión empresaria es desmentida por los gremios del sector, que insisten que el ajuste y la presión del gobierno sobre la actividad, «no la tienen que pagar los trabajadores«.
Mientras tanto, el Consejo Federal Pesquero, habilitó la pesca de langostino al norte del 41°, algo reclamado por la industria, pero aún así los buques no salieron a pescar, quedando amarrados en los puertos.
La situación se agrava, según las empresas, en que el precio internacional del langostino sigue en baja, por lo que el negocio deja de ser rentable.

Industria Pesquera El Corsario S.A.
La flota tangonera congeladora genera el 30% de las exportaciones pesqueras del país. Sin operaciones, la industria pierde millones de dólares. En 2024, la pesca argentina exportó más de 1.981 millones de dólares. La incertidumbre pone en riesgo esta fuente de ingresos.
Más de 46.000 empleos directos dependen del sector. La paralización impacta en trabajadores a bordo, en plantas y en toda la cadena productiva.
Las cámaras pesqueras exigen soluciones inmediatas. «Es imperativo reducir la presión fiscal y actualizar el marco laboral», afirman. Advierten sobre la «tormenta perfecta». La combinación de costos en alza y precios en baja impide la operatoria.
La falta de una solución impacta en la producción y en la exportación. Sin medidas, la industria podría sufrir un colapso irreversible. El sector denuncia que operar hoy significa perder dinero «Por cada dólar pescado, el costo es de USD 1,21″.
En este contexto, los barcos seguirán en puerto hasta que se encuentren soluciones. La actividad no es viable bajo las condiciones actuales.
Foto de Portada: Revista Puerto