En el corazón de las Bahamas, escondida bajo las aguas cristalinas, se encuentra una obra de arte monumental que pocos tienen el privilegio de ver de cerca. Con una impresionante altura de 5 metros y un peso de 60 toneladas, Ocean Atlas no solo es la estatua submarina más grande del mundo. Es un símbolo de fuerza, resistencia y un llamado silencioso para proteger los océanos.

Creada por un reconocido artista británico Jason de Caires Taylor en 2014, esta estatua representa a una mujer joven arrodillada, con los hombros encorvados bajo el peso simbólico del océano.
La inspiración proviene de la mitología griega, más precisamente de la figura de Atlas, el titán condenado a cargar el cielo para siempre. Sin embargo, aquí la carga es el océano: una poderosa metáfora de la carga que la humanidad impone sobre los ecosistemas marinos.
La figura fue modelada a partir de una estudiante local llamada Camilla, lo que le da a la obra un toque humano y auténtico. La expresión de la joven transmite fuerza y vulnerabilidad, reflejando los desafíos que enfrenta el océano debido a la acción humana, desde la contaminación hasta la destrucción de los arrecifes de coral.
Ocean Atlas no es sólo una obra de arte. También es una estructura viva. Ha sido cuidadosamente construido utilizando materiales de pH neutro, que fomentan el crecimiento de los corales y la colonización por parte de la vida marina.
e hecho, la obra se montó bajo el agua en varias fases, utilizando una técnica innovadora desarrollada por el propio Taylor. Durante la marea baja, la estatua se refleja en la superficie del agua, creando un efecto visual fascinante que parece fusionar el arte y la naturaleza armoniosamente.

Para garantizar la seguridad de la navegación y ayudar a los navegantes a localizar fácilmente el lugar, incluso se instalaron una luz solar y una bandera en el punto más alto de la escultura.
Se puede observar que Ocean Atlas es más que una mera atracción turística: es un recordatorio visual del impacto que la humanidad tiene en los océanos. Jason deCaires Taylor quería crear una imagen de resiliencia y esperanza, llamando la atención sobre la urgente necesidad de proteger los ecosistemas marinos.
El mensaje es claro: el océano está bajo presión constante debido a la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático. Sin embargo, al igual que la joven de la estatua, el océano todavía se resiste, pero necesita apoyo para seguir sobreviviendo.
Al transformar el fondo del océano en un espacio artístico y ecológico, Jason deCaires Taylor ha creado un poderoso símbolo de esperanza y renovación.
Fuente: Meteored