Prestarle servicios a los buques extranjeros que pescan en la milla 201 es pegarse un tiro en el pie

El ministro de Defensa, Jorge Taiana, visitó el jueves pasado el Comando Conjunto Marítimo (COCM), ubicado en el Edificio Libertad. El organismo creado hace un año se ocupa de la vigilancia y control del mar y los espacios fluviales de jurisdicción nacional.

Si bien sabemos que más allá de la milla 201 hay buques pesqueros, sobre todo de calamar, también sabemos que esa pesca está por fuera de la legislación argentina”, explicó el titular de Defensa. Y continuó: “Lo que sí estamos seguros es que dentro de las 200 millas los buques que pescaron lo hicieron con licencia, autorizados por la Subsecretaría de Pesca de la Nación”.

El informe del Comando Marítimo dice que no se detectaron ingresos de buques ilegales dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE).

Las palabras de Taiana orillaron un asunto de impacto geopolítico y económico que viene in crescendo impulsado por sectores portuarios de la Patagonia y con cierto apoyo legislativo.

Trabajadores portuarios agremiados en CGT Caleta Olivia, Federación de Estibadores Portuarios (FEPA), SUPA Caleta Olivia, SOMU, Sindicato Petrolero de Santa Cruz y de servicios nacionales buscan desarrollar un puerto logístico, con astillero y muelle de reparaciones en la costa patagónica para atender una flotilla de más de 400 buques poteros de bandera china que año a año pescan al borde de aguas soberanas. Plantean que se establezcan negociaciones con las pesqueras extranjeras que capturan millones de toneladas de calamar en el caladero al frente del Golfo San Jorge a partir de la milla 201, es decir fuera de la jurisdicción marítima nacional.

El proyecto arrancó con cierta formalidad en 2020. Una carta de intención seguida de una reunión vía Zoom entre abogados representantes de armadoras chinas; Zhoushan Huaxi Fisheries Ltd., Hongdong Ficheries Ltd, Ronggheng Rongyuan SRL., y Shangai Kunting Import Ltd. que operan en la zona de la milla 201, la Asociación Pesquera de China, la Cámara de Comercio e Inversiones Argentina-China, y autoridades portuarias de Santa Cruz para tratar el tema.

La idea, si se concreta, abre la puerta de par en par a la actividad permanente de una flota de pesqueros chinos en el límite soberano del país, un factor más de influencia del poder naval de Beijing en el Atlántico sur.

El viernes último los trabajadores se manifestaron en el cruce interprovincial de la ruta 3 entre Santa Cruz y Chubut distribuyeron folletos con la iniciativa y cuestionaron a autoridades políticas de ambas provincias y también a las empresas pesqueras. “Una acción coordinada de la Armada y la Prefectura puede fácilmente controlar un corredor (paso inocente) hasta los puertos patagónicos”, se expresa en uno de los párrafos del comunicado.

Las pesqueras nacionales rechazan la iniciativa, por caso la Cámara Argentina de Armadores Poteros CAPA), que agrupa a 32 armadoras de 66 poteros (pesqueros de calamar) expresó su posición en una entrevista de TV. A menos de una semana del inicio de la zafra del calamar illex argentinus.

Darío Sócrate, director ejecutivo de CAPA dijo al canal 12 de Puerto Madryn: “atender a la flota extranjera que opera fuera de la Milla 200, en tanto se mantenga fuera de la milla no resultaría una pesca ilegal, pero sí no reglamentada, obviamente no declarada y sin cumplimiento de las normativas nacionales”. Palabras que identifican a la llamada pesca ilegal no declarada y no regulada (conocida bajo la abreviatura de INDNR).

La pesca INDNR perjudica la seguridad alimentaria global, desestabiliza la seguridad económica de los Estados costeros y viola la soberanía de los Estados al transgredir los acuerdos internacionales y las medidas de conservación de pesquería según definiciones de la FAO, organismo de la ONU de gestión de iniciativas para erradicar el hambre.

En otra parte de la entrevista el empresario Sócrate afirmó, “la competencia que generan esos buques extranjeros hacia la flota nacional es desleal. Fuera de la Milla 200 no hay cumplimiento de las normas de seguridad, hay comentarios de incumplimientos a las normas laborales y al trato que se le da al personal a bordo. El hecho de operar lejos de sus puertos de origen hace que las capturas tengan un límite, que es la posibilidad de trasbordar en altamar. Si les permitimos ingresar al Mar Argentino y llegar a nuestros puertos estaríamos alivianando las pocas dificultades que tiene esa flota para poder operar libremente. Tienen subsidios de sus países de origen, eso hace que la competencia en los propios mercados, donde la pesca nacional va a vender sus productos, sea desigual”, finalizó el directivo.

El subsecretario de Pesca y Acuicultura de la Nación, Carlos Liberman de visita oficial en Santa Cruz se distanció de la iniciativa: “he oído planteos que pretenden dar condiciones de mayor elasticidad reglamentaria a buques de flotas extranjeras competidoras del sector pesquero argentino que no tienen que cumplir la gran cantidad de normas estrictas que cumplimos nosotros, así que no entiendo cuál es la forma en que se pretende reconocer a los trabajadores argentinos”, “esa postura se aparta del sector pesquero y no reconoce cientos de miles de puestos de trabajo, en un contexto actual en el que Argentina necesita divisas”.

Fuente: Ámbito